El opinador Ricardo Miguel Raphael de la Madrid sigue interesado en Contralínea y el trabajo que aquí realizamos: escribió que esta publicación recibió ingresos del gobierno federal por “ofrecer servicios profesionales”. Posteriormente –en el noticiario radiofónico de Carmen Aristegui– indicó que parte de esos ingresos son por “extrañísimas asesorías”.
Por lo menos le falla su método de investigación, por no decir que Ricardo Raphael se fue por el camino fácil de la calumnia. En todo caso, que presente pruebas de que esta revista “ofrece servicios profesionales” y “extrañísimas asesorías” al gobierno. No podrá, porque no existen. Como teórico del periodismo –hasta escribió un libro de eso– debería saber que para asegurar algo hay que probarlo con documentos.
Como todos los medios de comunicación, Contralínea recibe publicidad oficial y esa información es pública. En su lista de anunciantes, a Ricardo Raphael le faltó mencionar al Instituto Nacional Electoral (INE), el cual también nos ha incluido en su pauta publicitaria a pesar de las investigaciones y críticas constantes que hacemos en contra del despilfarro por parte de los consejeros electorales.
Tal vez Raphael de la Madrid no hace mención de que el INE nos da también publicidad porque es el Instituto que él tanto defiende en todas sus colaboraciones en distintos espacios de comunicación. El debate sin duda es positivo y también siempre será buen momento para discutir sobre la relación prensa-poder y, en ese sentido, ser autocríticos.
Contralínea, como más de mil medios de comunicación en todo el país, recibe publicidad gubernamental y también de órganos autónomos que se nutren con dinero público, porque el Congreso aprueba para ello una partida presupuestal. Es decir, se trata de un ingreso legal y nunca ha comprometido nuestra línea editorial.
Sin evidencia alguna, Raphael de la Madrid escribe en el diario Milenio que es “desafortunado” que esta publicación haya recibido 19 millones de pesos en los primeros tres años del actual gobierno. Lo que no explica es que eso es, en promedio, 6.3 millones por año para un medio de comunicación, no para una sola persona. Esa cantidad, comparada con lo que reciben otros medios incluido donde él publica es muy menor. Pero como él escribe en Milenio no se atreve a criticarlo ni tampoco dice que por recibir publicidad gubernamental compromete la línea editorial de ese diario.
Tampoco dice que, por años, Contralínea ha criticado la asignación discrecional de la publicidad gubernamental, que fue la revista que reveló los contratos de medios y columnistas con el gobierno, y que incluso obtuvo la primera recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por discriminación publicitaria.
Por el contrario, Raphael de la Madrid no es imparcial porque nunca critica a las instituciones en donde colabora y le pagan. Afirma sin pruebas que esta publicidad gubernamental compromete a un medio de comunicación como Contralínea, cuando nuestras investigaciones se hacen en total independencia editorial de cualquier grupo de poder político y económico.
En Contralínea sobran los ejemplos de trabajos de investigación que hemos realizado y publicado, lo que ha traído como consecuencia hasta renuncias de servidores públicos de primer nivel del actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador:
En fin, la lista de reportajes de los periodistas de Contralínea que han revelado actos de corrupción en el actual gobierno es muy larga, y avala con hechos nuestra independencia editorial. Además, de todas esas investigaciones le hemos preguntado al presidente López Obrador en su conferencia matutina, y de ello hay videos y versiones estenográficas. Ello, aunque Raphael de la Madrid sostenga que “las reporteras” de esta casa editorial le damos coba al primer mandatario.
Nuevamente lo traiciona su machismo: a la conferencia asistimos reporteras y reporteros de esta casa editorial y todos hemos hecho preguntas al presidente, entonces: ¿por qué centra su atención sólo en las mujeres de este equipo? Y más aún, por qué no presenta pruebas de sus dichos, sino que falsea la realidad diciendo que “la historia se cuenta sola”.
El opinador de Milenio supone que el trabajo periodístico se basa en inferencias. No es así: “el periodista investigador debe tener siempre presente que el valor de sus informaciones viene dado exclusivamente por la capacidad que tenga para probar los hechos que se dispone a denunciar” (José María Caminos Marcet, Periodismo de Investigación. Teoría y práctica).
Ricardo Raphael también intenta sembrar la duda de la legitimidad de nuestro trabajo cuando afirma que presumimos hacer periodismo de investigación al tiempo que ofrecemos “servicios profesionales al gobierno federal”. Lo retamos a que demuestre eso con documentos, pues es falso. Cree que somos iguales porque él nunca ha criticado, por ejemplo, los excesos del INE.
Respecto de su señalamiento de que lo calumnié al reportar –en mis respuestas a sus dos infundios que escribió en mi contra– que aparece en los padrones de proveedores del propio INE, decirle que eso es lo único que afirmé, y que ni él ni el Instituto lo desmintieron. Por el contrario, él mismo confirmó que figura ahí en espera de que lo contraten para moderar debates electorales.
Consultado al respecto por Contralínea, el Instituto que encabeza Lorenzo Córdova aseguró que “en los debates que organizó el INE en 2018-2019 y 2021 no hemos trabajado con Ricardo Raphael en cuanto a moderación”. El director de Información, licenciado Iván Flores, también explicó: “para 2018, en los debates presidenciales el INE ofreció una compensación a la moderación de 100 mil pesos. Para el debate de Puebla fue de 50 mil pesos, y para los debates de plataformas de 2021 fueron cerca de 29 mil pesos”.
Respecto de por qué no figuran en sus padrones periodistas que sí han moderado los debates electorales, aseguró que “si bien era una posibilidad, no cobraron por ese servicio”.
Asimismo, se le consultó acerca de quienes figuran en el padrón actualizado de proveedores. Su respuesta fue que en el “Registro Único de Proveedores y Contratistas están todas las personas físicas y morales que prestan o pretenden prestar servicios al INE, sin importar si se les ha contratado o no. hay muchos que se inscriben para participar en algún proceso, ya que la inscripción es un requisito para pasar, pero no son seleccionados o deciden no participar”.
También indicó: “otro directorio que existe es el Registro Nacional de Proveedores. En este se registran todas las personas físicas o morales que brindan productos o servicios a los partidos políticos y candidaturas. Los partidos están obligados a sólo contratar personas registradas en este padrón”.
Aquí las pruebas de que Ricardo Miguel Raphael de la Madrid figura en los padrones:
padrón de proveedores actualizado a enero de 2022 –con el número 3929–
https://www.ine.mx/wp-content/uploads/2022/01/Proveedores_enero_2022.xlsx , y también en el de marzo de 2021 https://www.ine.mx/wp-content/uploads/2021/03/Proveedores_marzo_2021.xlsx[número 3284]; así como en el “Registro Único de Contratistas” del 31 de agosto de 2021, con el número 3783 https://compras.ine.mx/esop/ife-host/public/attach/registro_unico/padron-contratistas.xlsx y https://compras.ife.org.mx/esop/ife-host/public/attach/registro_unico/padron-contratistas.xlsx . ¿Quién miente entonces?
Ricardo Raphael también figura en otros padrones de proveedores y ha obtenido contratos con: la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (OC-16-19), la Cámara de Diputados (100328), la Auditoría Superior de la Federación, Canal Once, Universidad Nacional Autónoma de México, CIDE, Inai.
Ciudad de México a 18 de febrero de 2022 .
C. Miguel Badillo.
Director de Contralínea
Presente.
C. Nancy Flores.
Coordinadora de información y edición web.
Estimado señor Badillo:
Con el propósito de mantener bien informado a su público lector, le solicito atentamente se publique esta nota aclaratoria en su prestigiado medio:
El señor Ricardo Raphael no es proveedor ni ha establecido contrato alguno con la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), como se afirma en la nota titulada “El simulador Ricardo Raphael” que publica su distinguido medio y que está firmada por Nancy Flores.
Sobre este tema le comento que fue el extinto Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) quien, con fecha 13 de marzo de 2019, contrató al señor Ricardo Raphael para “un servicio de conducción y moderación de una mesa pública de análisis para el INEE”.
Sin más por el momento, agradezco su valioso apoyo y quedo a sus órdenes.
ATENTAMENTE
Pedro Rangel García
Subdirector de Comunicación
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