Tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo Rodríguez –cometido el pasado 1 de noviembre, durante el Festival de las Velas–, la presidenta Claudia Sheinbaum prometió que no habrá impunidad y que el Gabinete de Seguridad trabajará con la Fiscalía de Michoacán, para llevar ante la justicia a los responsables, tanto los autores materiales como intelectuales.
La primera mandataria condenó el homicidio y se solidarizó con la familia de la víctima. Al mismo tiempo, aseguró que se aplicará toda la fuerza del Estado para garantizar la justicia en este caso. Durante su conferencia matutina, rechazó las propuestas de la derecha y los opositores a su gobierno de que retome una estrategia de “guerra contra el narcotráfico”, al señalar que ese enfoque ya demostró su fracaso en el pasado.
Identificó que esas fuerzas del conservadurismo quisieran que alguien como Genaro García Luna –exsecretario de Seguridad con Felipe Calderón, encontrado culpable (en Estados Unidos) de asociarse con el Cártel de Sinaloa– atendiera el tema de la seguridad en México.
“Hay quien pide, como ocurrió con la guerra contra el narco, la militarización y la guerra. Eso no funcionó; es más, fue lo que llevó a la situación de violencia en Michoacán. La guerra contra el narco, eso no funcionó; al contrario fue lo que generó esta violencia que apenas estamos disminuyendo”, expresó.
Sheinbaum Pardo desmintió que desde el gobierno federal no se haya brindado apoyo al funcionario: “ayer lo explicó el secretario de Seguridad [Omar García Harfuch], y el general secretario [Ricardo Trevilla] el apoyo que se le dio a Uruapan durante estos meses. La Guardia Nacional, el comandante de la zona militar, estuvieron en contacto con el presidente municipal dándole el apoyo que él había estado solicitando, hay incluso varios videos de él reconociendo este apoyo”.
En tanto, el secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo, detalló que al alcalde se le proporcionó elementos para su seguridad personal: “en diciembre se le asignaron seis elementos de la Guardia Nacional con un vehículo. Después en el mes de mayo se le reforzó con otros ocho elementos y otro vehículo. Ese refuerzo fue a iniciativa del coordinador estatal de la Guardia Nacional de Michoacán, esto refleja que había una comunicación permanente”.
Agregó que otra de las maneras con las que se apoyó fue realizando operaciones en forma: “una misión específica durante un periodo en un área”. Como ejemplo, dio el caso de la operación Chutani que se realizó en la meseta Purépecha del uno de mayo al 6 de junio con el despliegue de mil 200 elementos. A ello, se sumó la operación llamada Chantli en nueve municipios, incluyendo Uruapan, que contó con 170 efectivos, del 15 de junio al 16 de agosto.
El general Trevilla Trejo detalló que si bien es cierto que a inicios de octubre se retiró parte de los 200 elementos de la Guardia Nacional de Uruapan, debido a que por protocolo se tienen que relevar, para el 18 de octubre llegaron 100 elementos más.
Además de que existió contacto permanente entre el comandante del grupo de infantería de Tacámbaro y el comandante de la 21 zona militar “no nada más en presenciales, sino permanentemente por teléfono, de tal manera que el 21 de octubre tuvo una reunión el comandante de la 21 zona” en la que se realizó una evaluación de la estrategia y no solicitaron refuerzos porque ya se habían dado.
Finalmente, la presidenta Claudia Sheinbaum reafirmó el compromiso de su administración con la paz y la seguridad: “nuestra solidaridad y vamos a seguir trabajando todos los días por la defensa de la paz, la seguridad y la justicia. Ese es el camino, y no nos vamos a rendir nunca”.
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