“La creciente presencia de cafeterías concesionadas, junto a la intervención de empresas privadas en la Universidad [Nacional Autónoma de México, UNAM] y en nuestros espacios han resultado en un incremento desmedido en el precio de los alimentos, vulnerando el acceso a nuestro derecho más básico: alimentación digna para nosotros, comunidad universitaria”, denunció el Frente Alimentario Estudiantil.

Durante una protesta en Ciudad Universitaria, el FAE criticó que la falta de apoyo alimentario se debe a la creciente privatización de esos servicios en la UNAM. Y acusó que las concesiones a empresas privadas han derivado en precios excesivos a los alimentos y servicios deficientes.

En contraste, los estudiantes mencionaron que instituciones con menos presupuesto, como la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), ofrecen comedores subsidiados, donde los estudiantes pueden acceder a tres raciones diarias por tan solo 10 u 11 pesos.

El FAE acusó que esta falta de apoyos alimentarios revela “cómo los intereses personales de directivos y órganos institucionales ven a la comunidad como un instrumento lucrativo. Este fenómeno refleja una tendencia sistemática mediante la cual se nos somete a la precariedad, a la deserción escolar y al bajo rendimiento académico”.

Además, señaló que existen otras formas de privatización en la UNAM, como el cobro de cuotas para exámenes extraordinarios, expedición de documentos administrativos, cursos propedéuticos, diplomados y talleres. También denunció los recientes cobros a aspirantes nacionales y extranjeros a la Unidad de Posgrado.

“Alimentación primero, al hijo del obrero; alimentación después, al hijo del burgués”, corearon integrantes del Frente Alimentario Estudiantil durante la protesta para exigir comedores subsidiados, garantizar el derecho a una alimentación digna y promover el bienestar de la comunidad estudiantil en todos los planteles de la UNAM.

En el teatro Estefanía Chávez de la Facultad de Arquitectura, estudiantes organizados en el FAE denunciaron que en la UNAM no se garantiza un acceso a una alimentación adecuada. Señalaron que las cafeterías de los planteles ofrecen menús con precios elevados y opciones poco nutritivas.

“La UNAM no es un condimento de lujo, será el ingrediente principal de una sociedad justa. No basta con servir conocimiento si no garantizamos que todos tengan la fuerza de digerirlo”, detalló una alumna de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, quien relató que en diversas ocasiones ha tenido que elegir entre aguantar el hambre o gastar en comida y luego caminar hasta el metro, por carecer de dinero para pagar el transporte.

Los universitarios expusieron que, en los comedores y cafeterías de los planteles de la UNAM, el costo mínimo para desayunar o comer es de 70 pesos, lo que implica un gasto mensual de 1 mil 400 pesos por una sola comida diaria. Para los estudiantes con horarios mixtos, que asisten tanto en el turno matutino como en el vespertino, el gasto podría ascender a 2 mil 800 pesos al mes, por dos comidas al día, cantidad que no todos tienen para cubrir sus necesidades alimenticias.

Los alumnos del FAE convocaron a la primera asamblea interuniversitaria el 26 de marzo a las 14:00 horas frente al espejo de agua, ubicado entre la Biblioteca Central y la Rectoría, para exigir ante el rector Leonardo Lomelí comedores subsidiados en toda la UNAM para estudiantes docentes y trabajadores además de una redistribución del presupuesto universitario en beneficio del estudiantado.