Indígenas triquis desplazados de la comunidad de Tierra Blanca Copala, Oaxaca, que han mantenido cerrado el Eje Central en busca de atención a sus demandas, anunciaron que recorrerán el plantón que sostienen a la avenida Juárez, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Lo anterior, como una “muestra de voluntad”, previo a la mesa de diálogo que se llevará a cabo el próximo 14 de mayo en la entidad gobernada por Alejandro Murat.
A través de un comunicado, el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULTI) informó que esta acción se llevará a cabo hoy y hasta el viernes entrante, “reservándonos el derecho a que, en caso de que los avances y propuestas presentadas el día 14 de mayo no sean satisfactorias a las demandas, retomaremos acciones en distintas partes del país y la unión americana”.
La semana pasada, se reunieron representantes de los desplazados con Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación; el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, y funcionarios estatales y federales. En la cita, se acordó que el viernes “se hará del conocimiento a los integrantes de la comisión política del MULTI, del avance de los trabajos realizados con las comunidades y actores implicados, para el retorno seguro y en paz de las familias a su comunidad de origen en Tierra Blanca. Para el desarrollo de la reunión, se favorecerán las condiciones de seguridad para la participación de la comisión política del MULTI”.
A través de una minuta, las autoridades también convinieron revisar la situación jurídica de los presos en los centros de readaptación social, “reivindicadas por las organizaciones con presencia en la región Triqui, analizando los caminos legales que puedan ser eficaces para que recuperen su libertad en estricto apego a derecho”.
El MULTI indicó el traslado del plantón es “en muestra de la voluntad que se tiene, y que lo último que se quiere es afectar a la sociedad capitalina, sino que han sido por la violación a nuestros derechos humanos”. Se trata de más de 143 familias que fueron expulsadas a punta de metralla de su comunidad, enclavada en la mixteca oaxaqueña, desde mediados de febrero pasado.