“Ahora tenemos en los hechos, o quieren que prevalezca, que impere en México, una especie de supremo poder conservador. Y ya este ministro [Javier] Laynez ya es como su alteza serenísima”, señaló el presidente de la República. Andrés Manuel López Obrador criticó de esta manera a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), luego de que el pasado 24 de marzo Laynez Potisek admitió a trámite la controversia constitucional que presentó el INE contra el llamado Plan B de la reforma electoral, en violación al artículo 105, fracción I, de la Constitución.
El primer mandatario dijo a Contralínea que su gobierno va a seguir adelante: “si [los ministros de la Corte] cancelan en definitiva este llamado Plan B, que es una reforma electoral acotada completamente, no la reforma constitucional que hace falta, si cancelan esta reforma electoral que se conoce como Plan B, pues ya di a conocer ayer que vamos con el Plan C, ese no va a ser bloqueado, ese no falla, porque es convocar al pueblo a continuar con la transformación”.
En su conferencia matutina, recordó que lo único que busca la reforma es reducir los sueldos elevadísimos de los altos funcionarios y que haya transparencia en el INE, pero fue cancelada por un ministro. “Es interesante porque la aprobaron diputados y senadores, el Poder Legislativo, que es el poder más cercano a la soberanía popular, y de repente un ministro que no es electo por el pueblo, ni siquiera la Suprema Corte, sino un ministro la cancela. Es un hecho, yo pienso, inédito, y desde luego injusto, arbitrario”.
Consultado por Contralínea respecto de la posibilidad de que en el INE dañen el padrón electoral de cara al fin de la era de Lorenzo Córdova, como ocurrió en el entonces IFE en la época de José Woldenberg (cuando se vendió ilegalmente el padrón a una empresa estadunidense), el jefe del Ejecutivo federal dijo que su gabinete de Seguridad no tiene información sobre eso.
López Obrador añadió que “las discrepancias que tenemos con los consejeros del INE pues ya son públicas: tienen que ver con la falta de transparencia, tienen que ver con el exceso de gastos, el alto costo de las elecciones en México, que son de las más caras del mundo las elecciones en nuestro país, los sueldos elevadísimos de consejeros y de funcionarios del INE, eso es básicamente, ¿no?”
Expuso que eso es lo que se quería evitar mediante una reforma constitucional en materia electoral, pero no fue posible. “La idea era reducir el número de legisladores, en vez de 500, que quedaran 300 diputados; y que fueran electos de manera directa, que no existieran diputados plurinominales, por listas, que quedaran 300. Lo mismo en el caso del Senado, reducir el monto del presupuesto en general para todo el sistema electoral, que es del orden de 25 mil millones de pesos, es muchísimo, reducir sueldos, evitar duplicidades”.
Acerca de este último punto, el presidente de la República dijo que existe el Instituto Electoral federal pero al mismo tiempo, a imagen y a semejanza del INE, hay 32 en el país. “Pensábamos que el instituto federal podía ocuparse de organizar las elecciones en todo el país, ahorrar alrededor de 10 mil millones de pesos”.
Evitar la duplicidad de funciones también significaba reducir sueldos y otras prebendas, pero no se logró la mayoría en el Congreso. “No se necesita sólo mayoría simple, sino mayoría calificada, que se llama, que son dos terceras partes de los votos; no se logró porque votó en contra el PRI y el PAN, el bloque conservador, se opusieron. Entonces, por eso se decidió, en los márgenes, sin violar la Constitución, hacer una reforma a la ley secundaria, a la ley electoral, sin modificar la Constitución”.
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