Ginebra, Suiza. Los violentos enfrentamientos entre fuerzas irregulares y el Ejército de la República Democrática del Congo causaron sólo en febrero el desplazamiento de 300 mil personas en el este del país, informó este viernes 10 la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Los civiles “siguen pagando el alto y sangriento precio del conflicto, incluidas las mujeres y los niños que escaparon a duras penas de la violencia y ahora duermen al aire libre, en sitios espontáneos u organizados, exhaustos y traumatizados”, dijo el portavoz de Acnur en esta ciudad suiza, Matthew Saltmarsh.
Desde hace años el este fronterizo con Uganda y Ruanda, en particular la provincia de Kivu del Norte, es escenario de violentas confrontaciones entre fuerzas regulares y milicias que realizan cruentos ataques a comunidades rurales y en poblados.
Los equipos de Acnur sobre el terreno “informaron de testimonios aterradores de violaciones de derechos humanos en las zonas afectadas, especialmente en los territorios de Rutshuru y Masisi (Kivu del Norte), incluidos asesinatos arbitrarios, secuestros, extorsiones y violaciones”, dijo Saltmarsh.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha) de las Naciones Unidas, en el último año, hasta febrero, más de 800 mil personas han sido desplazadas por el conflicto en el noreste, huyendo algunos a países vecinos y ubicándose otros en zonas relativamente más seguras de la República Democrática del Congo.
El ejército acusó a las autodenominadas Fuerzas Democráticas Aliadas (FDA) de romper a inicios de este marzo un acuerdo de cese del fuego en busca de diálogos, y de protagonizar el 7 y 8 de marzo ataques a civiles en las localidades de Mukondui y Mausa (Kivu norte).
En los ataques perecieron 38 personas, según informó Bintou Keita, jefa de la Misión de Paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la República Democrática del Congo (Monusco), quien “condenó en los términos más enérgicos esos despreciables asesinatos”, en un comunicado de la misión.
FDA es un grupo rebelde de origen ugandés pero con sus bases en Kivu del Norte y la vecina provincia de Ituri, también fronteriza con Uganda, con objetivos difusos pero que se identifica frecuentemente con el movimiento armado integrista Estado Islámico, que actúa en el Medio Oriente.
También las autoridades ugandesas han acusado al grupo de efectuar ataques dentro de su territorio, incluidos varios atentados suicidas y asesinatos de funcionarios.
Acnur destacó que en todas las áreas a donde se dirigen los desplazados, incluidas las provincias de Kivu del Sur e Ituri, las condiciones son terribles para quienes llegan a los sitios espontáneos u organizados para proporcionar refugio.
Además, desde enero más de 5 mil 500 personas han cruzado la frontera hacia la vecina Ruanda, y otras 5 mil 300 hacia Uganda “mientras la inseguridad y la violencia continúan devastando las regiones fronterizas”, señaló Acnur.
El acceso de socorro sigue siendo complicado, ya que las rutas principales con frecuencia se han vuelto inaccesibles debido al conflicto en curso.
Acnur dijo en un comunicado que “reitera enérgicamente su llamado a todos los actores en el este de la RDC para que detengan la violencia que está cobrando un enorme número de víctimas entre la población civil”.
La República Democrática del Congo, un país de 2 millones 344 mil 800 kilómetros cuadrados y 102 millones de habitantes, con numerosos grupos étnicos y en el que actúan unos 130 grupos armados, representa la mayor crisis de desplazamiento interno de África, con 5.8 millones de personas desplazadas, indicó Acnur.
También es, según la agencia, una de las operaciones de Acnur con menos fondos disponibles (sólo 8 por ciento de sus requerimientos), y por ello solicita 232 millones 600 mil dólares para ayudar a los desplazados y refugiados en la República Democrática del Congo.
Inter Press Service (IPS)
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