Los Estados con modelos económicos capitalistas neoliberales consideran a los indígenas como un peligro, sobre todo por su autonomía, señaló Gladys Tzul Tzul, activista maya k’iche ‘, intelectual, socióloga y artista visual de Guatemala. “Temen a nuestra forma de organización comunal, a cómo defendemos el territorio, la forma diferente en que pensamos la política”, indicó durante su participación en la coferencia “Pueblos indígenas, territorios y autonomías”.
Como parte de la novena edición del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), la académica expuso que en Guatemala los pueblos originarios siguen padeciendo violencia estatal por ese temor que les tienen a sus procesos autogestivos.
La socióloga Tzul Tzul señaló que, en el mundo, la constante es que los indígenas son acosados por los Estados: se giran órdenes de desalojo, de captura, estado de sitio, entre otras formas de violencia institucional.
Para entender la tensión política que viven los Estados con los indígenas, enlistó cuatro puntos claves: uno, el antagonismo Estado-capital, donde el régimen del capital impone la propiedad privada. Para los indígenas eso no es una necesidad, pues llevan siglos con la propiedad comunal, problema para el capital, pues le impiden permear en todas las formas de vida. Dos, la capacidad expansiva de la lucha indígena: “si un pueblo se levanta, contagia a los demás”. Tres, los efectos y alcances de lucha. Cuatro, el pensamiento indígena, que se produce desde el criterio y el lugar indígena, que les permite ampliar su panorama a la posibilidad de pensar en otros escenarios, con otras políticas.
Por su parte, Ana Silva Monzón –socióloga, investigadora y comunicadora social feminista guatemalteca– indicó que la colonización, el capitalismo y las oligarquías han negado a los pueblos indígenas la posibilidad de ser considerados parte de la nación.
Por ello, llamó a repensar la historia de los pueblos indígenas y a resignificar su origen violento que, en el caso del Continente Americano está marcado por la época de la Conquista.
Durante su participación, Elisa Loncon –académica mapuche, lingüista, activista por los pueblos indígenas y política chilena– coincidió en que los Estados capitalistas segregan a los pueblos indígenas.
En el caso particular de Chile, Loncon abordó la próxima culminación del proceso de cambio de su constitución nacional, que comenzó con el estallido social de 2019, para cambiar la vieja constitución de Augusto Pinochet. A propósito de su carta magna dijo: “es la primera constitución que se escribe en paridad, asumiendo la crisis climática, que incorpora a los pueblos indígenas que, por primera vez en 200 años, son invitados a pensar en la República”.
El documento será sometido a votación y el resultado se sabrá el 4 de septiembre próximo. “El 4 de septiembre fue la última fecha en la que un presidente fue electo democráticamente en Chile, Salvador Allende”, aseguró la académica.
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