“Nosotros no espiamos a ninguna persona, ningún ciudadano, no espiamos a periodistas y mucho menos a servidores públicos, a nadie. No somos iguales, no hacemos espionaje. Se hace investigación para asuntos relacionados con el combate a la delincuencia y esto de conformidad con la ley, por seguridad nacional, es lo que hacemos. Lo demás es una invención y es con el propósito de perjudicarnos”, señaló esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En su conferencia matutina, advirtió que quienes sí lo hacen son “los que espiaban antes y siguen espiando, y ahora son nuestros adversarios. Y no dudo que algunas agencias del extranjero. Ustedes son mirones y mironas profesionales. Pero nosotros no espiamos, o sea, eso que quede claro”. Añadió que el espionaje que aún se hace en México es de aquellos que compraron los aparatos, que hay por todos lados. El presidente señaló que como comandante supremo de las Fuerzas Armadas ha dado la orden de que no se espíe a nadie.
El titular del Ejecutivo federal consideró que “son las guacamayas las que hackean y son nuestros adversarios, o sea, que hasta reciben dinero del extranjero, esos son los que están espiando y los que quieren confundir culpándonos a nosotros. Es como el mundo al revés, o sea, quieren manipular”.
Y reiteró que su gobierno hace inteligencia y eso sí tiene que ver con órdenes que giran jueces por casos relacionados con la delincuencia organizada o la comisión de delitos. Como ejemplo, citó el caso de los secuestros que ameritan inteligencia y escuchas.
López Obrador criticó a los colectivos de derechos humanos que se suman a ese tipo de campañas como la de “Ejército espía”: “quisieran que fracasáramos y que al final se demostrara que nosotros protegemos a violadores de derechos humanos. No. Repito: no somos iguales. En este gobierno no se espía, no se tortura, no hay desapariciones, no hay desapariciones llevadas a cabo por el Estado, no hay masacres, [como las que ocurrían] cuando esas organizaciones callaban, muchas; o actuaban, pero de muy bajo perfil, de muy bajo perfil. Y los medios, lo mismo. ¿Qué hicieron los medios convencionales? ¿Qué hizo el Reforma con la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa?, ¿Qué hicieron cuando Tlatlaya? ¿Qué hicieron con el lamentable incendio de la Guardería ABC? Nada, una nota y ya, pero no convirtieron estos casos en temas centrales de un periodismo combativo, de un periodismo al servicio del pueblo, de un periodismo que busca la justicia. No, no, no. Ahí hay otras cosas, además; o sea, encubrieron”.
El primer mandatario agregó que las organizaciones deben considerar que en la actualidad el Estado no es el principal violador de los derechos humanos como era antes. “Así de claro, para que no haya confusiones”.