El Partido Acción Nacional (PAN) tuvo su asamblea fundacional del 14 al 17 de septiembre de 1939. En general, los analistas políticos afirman que el PAN en el poder de 2000 al 2012 se ha desviado de su doctrina original y de los valores de sus líderes fundadores. Eso es falso. El PAN fue fundado por los sectores más reaccionarios de México, con tendencias fascistas. El nombre Acción Nacional se copia de un partido español de derecha y en los partidos “nacionalistas”, como el partido nacional socialista (Nazi) y otros muchos de tendencia fascista en todo el mundo. Nunca ocultaron sus simpatías hacia los fascistas –en especial hacia Francisco Franco– y su odio a los movimientos progresistas y más aún contra el socialismo y el comunismo. También han sido férreos defensores de Iturbide, de Lucas Alamán y de los conservadores.
El PAN fue fundado por empresarios, banqueros, terratenientes e intelectuales de derecha, para oponerse al movimiento progresista y antiimperialista que encabezó el presidente Lázaro Cárdenas del Río. La fundación del PAN se aceleró a partir de la expropiación Petrolera y se concretó en 1939, para evitar que México continuara por el rumbo progresista y patriótico.
En su fundación fue financiado por el Grupo Monterrey y los grandes capitales que se oponían a la consolidación de las victorias de obreros y campesinos y a sus luchas, que en esa década alcanzaron grandes victorias.
Su fundador Manuel Gómez Morín, fue un abogado de empresas extranjeras y de los grandes capitales nacionales, y colaboró con todos los gobiernos de presidentes posrevolucionarios: Obregón, Adolfo De la Huerta, Plutarco Elías Calles, Abelardo Rodríguez y únicamente se opuso al presidente que sí aplicó la Constitución de 1917: Lázaro Cárdenas, para luego de su sexenio volver a colaborar con los gobiernos de Manuel Ávila Camacho, Miguel Alemán, etcétera… El primer germen de la gestación del PRIAN tuvo sus orígenes desde la época de Ávila Camacho, quien comenzó a revertir los avances logrados en el período de Cárdenas.
El PAN nació como el partido de los grandes empresarios y banqueros asociados y como el partido de los grandes empresarios de corporaciones extranjeras y potencias capitalistas, enemigo de los intereses populares y nacionales. Siendo desde sus orígenes fue un partido hispanista que niega nuestra historia y la distorsiona, para revalorar sólo lo español. A los pueblos originarios el otro fundador del PAN y mancuerna de Gómez Morín, Efraín González Luna, los tachaba como “salvajes” que había que “civilizar”. También en su periódico oficial La Nación despotricaba contra nuestra civilización originaria y defendía a la Colonia como una era de tranquilidad, orden y progreso. Ocultando las más de 100 rebeliones, los genocidios y crímenes de los españoles, la cruel explotación de esclavos, peones y el saqueo en nuestras tierras.
Los frutos que dio el PAN con la actuación de los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón son aquellos que sembró desde su nacimiento. Es claro que los gobiernos panistas han subordinado a México a las corporaciones extranjeras –imitando a su fundador– a las altas jerarquías de la iglesia –como lo impulsó Efraín González Luna, el otro fundador e ideólogo del panismo, a los grandes capitales nacionales–. Los fundadores del PAN fueron apoyados por grandes corporaciones y al llegar al poder gobernaron para ellas. Vicente Fox dijo claramente que era un gobierno “de empresarios, para empresarios”. Cemex, América Móvil, Telmex, Kimberly Clark, Femsa, Bimbo, Wal-Mart, Televisa, BBV-Bancomer, Banamex, HSBC, Banorte, Santander e Inbursa, así como a los grupos Carso, México, Posadas, Maseca, Saba, Iberdrola y Repsol, fueron beneficiados. El PAN logró a lo largo de las décadas arrastrar al país hacia sus políticas privatizadoras y pro corporaciones extranjeras y con Carlos Salinas de Gortari –que empezó a gobernar desde que era secretario de Programación y Presupuesto del gobierno de Miguel De la Madrid – “empanizó” al PRI.
El germen del PRIAN que se encuentra en la alianza de Gómez Morín y Ávila Camacho para dar un viraje a la derecha, se consolidó con la alianza de Carlos Salinas y Diego Fernández de Ceballos.
El bipartidismo PRI-PAN fue impulsado por Washington para aparentar democracia, mientras sufrimos la dictadura del gran capital y la integración de México con Estados Unidos, ambos partidos son el principal obstáculo para el desarrollo de México y el bienestar del pueblo. El PAN siempre contó con el Instituto Federal Electoral, hoy Instituto Nacional Electoral (INE) para hacerse del poder y además logró atraer y subordinar a sus intereses al Partido de la Revolución Democrática (PRD):
El PAN desde su nacimiento ha sido un partido antipopular y antinacional y lo pusieron en práctica Vicente Fox y Felipe Calderón, así como sus dirigentes aliados a Peña y en el Pacto contra México con el PRI y el PRD.
Malillo desde chiquillo
El partido de derecha, desde sus orígenes, comenzó la ruta que culminaría a principios del siglo XXI, el fundador del PAN, Manuel Gómez Morín, como ya dijimos, desde joven apoyó al grupo Sonora quienes más tarde con Plutarco Elías Calles, fundarían el Partido Nacional Revolucionario (hoy PRI). Ya en el año de 1921 colaboraba con el gobierno de Álvaro Obregón como Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda y luego con el cargo de subsecretario, tenía apenas 24 años. Antes Gómez Morín se había hecho cargo de la agencia Financiera del gobierno mexicano en Estados Unidos, realizando una campaña para cambiar la imagen que de México tenían los estadunidenses, insistiendo en que la Revolución había terminado.
El año de 1920 había declarado al New York Herald Tribune que “el gobierno ha incluido algunas de las mentes mejores de México. Muchos técnicos altamente capacitados de la nueva generación están aportando su conocimiento y trabajo a la nueva administración” (Krauze 1976:112). Así nacía un grupo de tecnócratas que encabezó Gómez Morín y que llegaría al poder 60 años después con Miguel de la Madrid Hurtado y Carlos Salinas de Gortari. Como subsecretario de Hacienda, Gómez Morín se encargó de revisar la política financiera y bancaria y formuló el proyecto del banco central, que luego encabezaría durante la presidencia de Plutarco Elías Calles, se encargó de establecer la política fiscal, diseñó el “impuesto sobre la renta” y se dedicó al proceso de desincautación de los bancos” (García Diego 1996:45) que habían sido nacionalizados en la época de Venustiano Carranza. así comenzó la reprivatización de la banca.
A finales de 1921 es enviado a Nueva York y negocia como representante del gobierno con los norteamericanos, se le hace responsable de la agencia Financiera y negocia con los magnates financieros de Estados Unidos y con los “Big Five”, que tenían el monopolio petrolero. En esa posición impulsó un acuerdo para que los monopolios norteamericanos siguieran como poseedores de propiedades petroleras, convirtiendo a la constitución de 1917 en letra muerta. El pretexto era que tenían viejas concesiones, y que sólo quedarían bajo control nacional las “nuevas concesiones”.
También comienza la renegociación de la deuda externa, que continuaría personalmente Adolfo De la Huerta, secretario de Hacienda, y que culmina el 14 de septiembre de 1922 con el convenio Lamont-De la Huerta, sumamente desventajoso pues reconocen una deuda de 1 450 millones de pesos, que no correspondía a la realidad, recordemos que la deuda heredada por Porfirio Díaz era de 442 millones de pesos. Al año siguiente se firmó el Acuerdo de Bucareli de agosto de 1923 que significaron una completa claudicación del gobierno de obregón frente a los intereses de Washington, ya que pretendía obtener a toda costa el reconocimiento oficial a su gobierno por parte de Esados UnidosU. el acuerdo fue secreto y no pasó por el congreso, exactamente igual a lo acontecido en 2005 con la ASPAN (Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte) que firmó el presidente panista Vicente Fox de espaldas al congreso, y que entre otras cosas comprometía el petróleo y la seguridad mexicanas.
En el acuerdo de Bucareli, el gobierno se compromete a pagar las tierras expropiadas a los norteamericanos, acepta las reclamaciones por los hechos revolucionarios, conviene en no desarrollar la industria mexicana que aspiraba a la autosuficiencia –en la producción de motores, por ejemplo– y promete no aplicar retroactivamente el artículo 27 constitucional.
Este acuerdo fue una verdadera traición a México y a la revolución, quienes protestaron por esa traición fueron reprimidos, el senador Field Jurado fue asesinado y varios diputados y senadores, fueron capturados (García Cantú 1991:161) Obregón impone su política claudicante a sangre y fuego. A cambio Estados Unidos reconoció diplomáticamente al gobierno de Obregón y le otorgaron nuevos préstamos. En todas estas maniobras contaron con el apoyo “técnico” de Manuel Gómez Morín.
Desde hace más de 90 años se comenzaba a gestar el primer embrión de lo que hoy se conoce como PRIAN y que significa la subordinación completa del estado mexicano a los intereses norteamericanos y a los de los grandes financieros y petroleros privados.
Dime con quién andas, y te diré quién eres
Los grandes intereses que se vieron afectados por la política progresista de Lázaro Cárdenas impulsaron la organización de los sectores más reaccionarios para que se opusiesen a los logros que México y su pueblo habían conquistado como fruto de la concreción de los derechos consagrados por la constitución que se materializaron de 1934 a 1940 bajo la presidencia de éste destacado revolucionario.
El fundador del PAN, opinaba que Cárdenas: “estaba creando un desorden multiplicado en todos los estados de la república” y que tenía un “afán destructivo y de improvisación e impericia en todo” (Gómez Morín a Wilkie, 1965: 41 y 67) siempre que se ha dado un proceso revolucionario surge la reacción al mismo. así le sucedió necesariamente al cardenismo. El PAN no traicionó su doctrina original, al contrario, la aplicó a fondo.
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