El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que una etapa importante en Petróleos Mexicanos (Pemex) es que la empresa productiva del Estado tenga la rectoría en la distribución y venta de los combustibles, para evitar el contrabando, huachicoleo y tener el control del precio.
Durante su conferencia de prensa matutina, el primer mandatario añadió que para ello se aplicará la nueva Ley de Hidrocarburos, “muy combatida” por la oposición a su gobierno porque no quieren que Pemex se consolide.
El propósito de los “neoliberales corruptos”, acusó López Obrador, era destruir a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad, “abrir completamente el mercado a particulares y a las empresas extranjeras”.
Descartó que su administración vaya a incumplir compromisos y se mantendrán los contratos para exploración, pactados durante la llamada Reforma Energética.