El 24 de mayo pasado, en una sesión extraordinaria, el Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos (Pemex) autorizó a la petrolera estatal comprar el 50.005 por ciento de las acciones de Deer Park Refining Limited Partnership, LP –propiedad de la trasnacional Shell–, y que esta operación se hiciera por medio de una o dos de las filiales “privadas” del llamado Grupo PMI, consta en el acuerdo CA-061/2021.

 

Así, el trato será entre Shell Oil Company y PMI Norteamérica, SA de CV, y/o PMI Services North America, Inc, en representación de Pemex, pues los consejeros autorizaron que alguna de ellas o ambas sean las encargadas de estructurar la inversión. Actualmente la primera de esas dos filiales privadas es la tenedora del 49.995 por ciento de acciones de la refinería Deer Park, ubicada en Houston, Texas, y con esta operación podría ser la propietaria única.

 

El tema no es menor pues para este negocio se triangularán recursos multimillonarios: el costo de la compra de las acciones se ha calculado en 596 millones de dólares. De este monto, una parte será pagada en efectivo y otra corresponderá “a la eliminación de la participación de Shell en la obligación de deuda de la sociedad”, sin que Pemex haya especificado aún a cuánto asciende cada parte.

 

Aunado a ello, la o las filiales privadas de Pemex adquirirán “el total de los inventarios a la fecha de cierre de la operación, en el entendido que éstos son insumos o mercancía para venta. Este monto adicional será pagado al vendedor en el momento del cierre y será basado en los volúmenes reales y en los precios de mercado prevalecientes”.

 

En la 973 sesión extraordinaria, el equipo del director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, presentó al Consejo –que encabeza la secretaria de Energía, Rocío Nahle– copias de los análisis de valuación de la refinería Deer Park, que establecen los valores de referencia determinados por Barklays, “los cuales forman parte integral de este acuerdo”.

 

Derivado de ello, los consejeros determinaron instruir a la administración de Pemex “llevar a cabo las acciones que resulten necesarias para la adquisición de la participación accionaria autorizada en este acuerdo [CA-061/2021], considerando los términos y condiciones presentados por conducto de sus empresas filiales PMI Norteamérica y/o PMI Services North America, e informe a este Consejo de Administración de su ejecución, resultados obtenidos y de su seguimiento”.

 

Asimismo, autorizaron a la Dirección Corporativa de Finanzas de Pemex otorgar los créditos necesarios a PMI Norteamérica y/o PMI Services North America, involucradas en esta operación, con fundamento en el numeral 5.1, incisos b) y e) de las Políticas para el Otorgamiento de Mutuos, Garantías, Préstamos o cualquier tipo de Créditos de Pemex a sus Organismos Subsidiarios y Empresas Filiales.

 

Las negociaciones

 

Ese mismo 24 de mayo, Pemex informó públicamente que habían concluido las negociaciones con Shell para la compra del paquete accionario de Deer Park: “esta decisión se inscribe en la nueva política de negocios de Pemex, planteada por el presidente de México [Andrés Manuel López Obrador], que consiste en lograr en el corto plazo, producir todos los combustibles que requiere el país, para lo cual se están rehabilitando las seis refinerías del Sistema Nacional de Refinación, se está construyendo la nueva refinería de Dos Bocas, se reiniciará la reconfiguración de Tula y mediante esta operación se toma la propiedad total de la refinería de Deer Park, y con ello el control y la operación”.

 

El objetivo es alcanzar una producción de 1 millón 362 mil barriles diarios para abastecer el total de la demanda mexicana de gasolinas, diésel, turbosina y otros petrolíferos. De ese total, Deer Park podría contribuir con 340 mil barriles por día, pues produce alrededor de 110 mil barriles por día (Mbpd) de gasolina, 90 Mbpd de diésel y 25 Mbpd de turbosina, además de otros productos en cantidades menores.

 

Fue el gobierno de Carlos Salinas de Gortari el que adquirió las acciones de Deer Park, cuando en 1993 Pemex se asoció con Shell para procesar crudo maya. No obstante, la petrolera mexicana no vio un peso de las utilidades, pues éstas siempre fueron reinvertidas en la refinería o destinadas al pago de deuda.

 

Ello, a pesar de que –según Romero Oropeza– en los últimos años Deer Park ha tenido una utilización por arriba del 80 por ciento y una disponibilidad operativa por arriba del 95 por ciento, lo que significa un bajo porcentaje de paros no programados. Además, de 2002 a 2020 la producción de petrolíferos estuvo por encima de los 300 mil barriles.

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