Piratería pone en riesgo la salud de menores, incluidos bebés: Doria Vélez Salas

Piratería pone en riesgo la salud de menores, incluidos bebés: Doria Vélez Salas

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Los productos piratas ponen en riesgo la salud de quienes los confeccionan, transportan, comercian y/o consumen, alerta la investigadora Doria Vélez Salas. En el caso de los menores de edad –incluidos bebés– aumentan los peligros cuando se exponen a juguetes, dulces, artículos escolares, ropa, calzado y alimentos que pueden contener altas concentraciones de plomo u otros elementos dañinos

El consumo y la exposición a juguetes, dulces, artículos escolares, así como ropa, calzado y alimentos piratas o falsificados representan un riesgo grave a la integridad física, social y mental de los niños, niñas y adolescentes mexicanos, señala la investigadora Doria Vélez Salas. Agrega que ha habido casos de intoxicación y estima que son cientos los menores de edad afectados por las altas concentraciones de plomo que contienen dichos productos.

En entrevista con Contralínea, la directora de investigación del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad señala que actualmente cualquier producto puede ser falsificado, desde medicamentos, plaguicidas y detergentes hasta alimentos, café soluble y semillas. “El mercado es prácticamente infinito”.

Alerta que los productos piratas no sólo se encuentran en espacios tangibles –como mercados, tianguis y tiendas establecidas– sino que también se pueden obtener productos falsificados a través de redes sociales, plataformas de internet y tiendas en línea. “Eso es bastante peligroso porque el consumidor cree que todos los productos que ahí se venden son legítimos. No sabe detectar de manera efectiva que los bienes que está adquiriendo son falsificaciones”.

La investigadora Vélez Salas señala que los tenedores de derecho y las autoridades trabajan para identificar cabalmente los productos falsificados que se están comercializando, sobre todo en las plataformas en línea; pero “es todo un reto detener este tipo de ilícitos porque es muy complicado darlos de baja y sobre todo informar y boletinarlos”.

Por ello, indica que los consumidores pueden colaborar en el combate a la piratería al no adquirir estos productos cuando detectan que son falsos. “Cuando nosotros le compramos a esas personas, indirectamente también estamos alimentando las ganancias que tienen los grupos delictivos, que muchas veces están conectados con el ejercicio de violencia en el país”, señala la experta en análisis del delito.

En su estudio Piratería en México: diagnóstico de la oferta y acciones institucionales, el Observatorio Nacional Ciudadano y la American Chamber señalan que algunos puestos que venden mercancía pirata tienen “una especie de doble giro”: por la mañana venden productos falsificados y por la noche armas de fuego. Al respecto, agregan que y “se constataron también conexiones de narcomenudeo y trata de personas”.

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Los riesgos de la piratería digital

Los productos falsificados que se venden en México y en otros mercados del mundo afectan no sólo la salud de quienes los confeccionan, transportan, comercian y/o consumen, sino también a la economía, la competitividad y el desarrollo de los países, indica la investigadora. En el caso de la piratería digital, los peligros también incluyen robo de información, suplantación de identidad, daños a los equipos electrónicos e incluso estafas económicas.

Doria Vélez Salas explica a Contralínea que, cuando el consumidor obtiene vía streaming un producto de manera ilícita y en ese mismo dispositivo ingresa a banca en línea o realiza alguna operación con sus datos bancarios, esto aumenta el riesgo. Ello, porque desde las páginas donde se descarga el contenido pirata se pueden instalar códigos o malware que permitirán a los ciberdelincuentes tener acceso a cuentas bancarias y, con ello, sustraer ilegalmente recursos económicos.

Además, este tipo de software no sólo pone en riesgo la información personal sino que puede afectar los dispositivos electrónicos: “se han registrado internacionalmente varios casos en los que las computadoras y los celulares dejan de funcionar debido a la instalación o ejecución de programas falsificados”, señala la experta en el estudio de estos fenómenos delictivos.

Añade que “quienes ponen a disposición de la población este tipo de software no sólo persiguen las ganancias económicas, sino que también lo ven como un vehículo para obtener otro tipo de beneficios”. Por tanto, este tipo de piratería nunca sale gratis.

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Conciencia de las afectaciones por la piratería

Vélez Salas señala que es necesario que desde la infancia, en las escuelas, se explique de lo que se trata realmente la piratería. “Los niños tienen una manera de entenderlo fácilmente: cuando un compañero utiliza la tarea que realizó y la presenta como suya se trata de piratería”.

Para la investigadora, el sector escolar debe ser la base para concientizar acerca de las implicaciones que tiene la piratería digital y física, pues “de esta manera se pone un granito de arena para disminuir la demanda de este tipo de productos”.

En tanto, las autoridades y los jueces deben generar conocimientos y conciencia sobre la piratería física y digital, porque no entienden la importancia que conlleva el sancionar y desincentivar este tipo de conductas. Al respecto, Vélez Salas critica que los juzgadores “no ven las afectaciones que derivan de las falsificaciones y cuando se les habla de la piratería de cualquier producto, siempre ponderan otros delitos”.

La directora de investigación del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad considera que en el caso de las instituciones, éstas “deben contar con el equipo o software correspondiente para poder identificar integralmente la venta de productos piratas en el ámbito digital y sobre todo en cuestión de streaming”.

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