Rapa Nui, fenómeno cultural único

Rapa Nui, fenómeno cultural único

La isla de Rapa Nui, con sus gigantescos moais –estatuas humanoides de piedra–, ha sido objeto de estudios arqueológicos.
FOTO: 123RF

Declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995, Rapa Nui, también conocida como la Isla de Pascua, es un sitio que ha despertado el interés, tanto científico como cultural, a través de los siglos

Ubicada en medio del océano Pacífico, la isla de Rapa Nui, con sus gigantescos moais –estatuas humanoides de piedra–, ha sido objeto de estudios arqueológicos. Éstos permitieron reconstruir el desarrollo de una cultura de rasgos únicos en el mundo.

La también conocida como Isla de Pascua, de apenas 163.6 kilómetros cuadrados, es un territorio especial de Chile. Se encuentra a unos 3 mil 800 kilómetros de la parte continental. Asimismo, constituye uno de los principales destinos turísticos de este país.

Pedro Edmunds Paoa, hijo de uno de los habitantes originarios y reelecto en varias ocasiones como alcalde desde 1992, conoce como pocos la historia de este lugar. Gustoso, accedió a conceder una entrevista a Prensa Latina.

“Nosotros tenemos contabilizados actualmente 847 moais porque cuando se secó el humedal del volcán Rano Raraku, donde se fabricaban, adentro se encontró uno más, probablemente de fecha más reciente”.

Se trata de esculturas monolíticas que alcanzan hasta los cuatro metros de altura, con un peso superior a las 10 toneladas. Asimismo, representan a un personaje que existió alguna vez en la historia.

“Aquí la cultura y la religión misma se basa en la veneración y el respeto a los ancestros y por eso ellos decidieron hacer su imagen en piedra”, explicó Edmunds Paoa.

Aunque la casi totalidad de las estatuas esparcidas por el territorio muestran sólo la cabeza y el torso, estudios más recientes indican que son mucho más grandes y el cuerpo permanece enterrado.

Preguntado sobre el tema, el alcalde respondió: Es obvio que si tuviéramos que sacar la tierra y despejarlo vamos a ver el cuerpo entero.

Nuestro pueblo ya lo sabía, porque la historia se transmite de generación en generación, pero la ciencia tiene que cerciorarse con hechos. Cuando hicieron las excavaciones, encontraron que lo que cuenta la tradición oral es verídico.

Explicó que las estatuas se construyeron a semejanza de un personaje. Fueron transportadas de manera vertical, como se hace con un refrigerador, amarradas con cuerdas. Y, al final, eran instaladas sobre una plataforma, debajo de la cual están enterrados los restos de sus descendientes.

“Entonces si tuviéramos que describirlo en tiempos de hoy esto es como un cementerio donde tienen la imagen de un ancestro en vez de una cruz”.

Con el paso del tiempo, estamos hablando de casi 2 mil años, la lluvia y el barro de la ladera del volcán fueron cubriendo la figura. De tal manera que hoy sólo se ven las cabezas.

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Sus primeros habitantes

Los primeros habitantes de Rapa Nui provinieron de La Polinesia. Hacia los años 1000 y 1500, la “Isla Grande” alcanzó su mayor auge cultural. En aquel entonces, la población estaba entre 20 mil y 25 mil pobladores; mucho más del doble de la de hoy, que es unos 10 mil.

En esa época, deben haber sido esculpidos los moais, porque era necesaria una población importante para hacer este trabajo. Se requerían varias personas para mover estas moles de hasta 12 toneladas, dijo el jefe edil.

Científicamente hablando, hay mucha información para comprobar que la isla llegó a tener una población grande. Eso está demostrado en los vestigios arqueológicos.

Consultado sobre el declive de la cultura Rapa Nui, Edmunds Paoa explicó que, alrededor del siglo XVII, la isla sufrió una carestía de alimentos; probablemente por los cambios que enfrenta el planeta cada cierto tiempo.

Esa situación llevó a una guerra civil entre las diferentes tribus. Esto trajo como consecuencia la reducción drástica de la población. Se dice que cuando el marino holandés Jakob Roggeveen llegó a la isla en 1722, encontró una población disminuida y una pobreza tremenda.

Eso se agravó cuando las flotas de naves peruanas, españolas y chilenas se llevaron alrededor de 1 mil 500 personas como esclavos. Finalmente, Rapa Nui terminó con 111 personas, según el censo de 1865. De esas, poco más de 100 personas descendemos de los rapa nui hoy día, indicó Edmunds Paoa.

Patrimonio de la humanidad

En 1995, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco por su sigla en inglés) decidió declarar al Parque Nacional de Rapa Nui como Patrimonio de la Humanidad.

La sociedad de origen polinesio creó, al margen de toda influencia externa, grandiosas formas arquitectónicas y esculturales dotadas de una gran fuerza, imaginación y originalidad, señaló el veredicto.

Añadió que, del siglo X al XVI, construyó santuarios y esculpió numerosos moais, gigantescos personajes de piedra que forman un paisaje cultural inigualable y fascinante.

“Yo valoro el hecho de que Rapa Nui haya pasado a ser Patrimonio, porque nos sitúa dentro de los sitios históricos a resguardar y respetar por la humanidad, pero también a quererlo y amarlo”, expresó Edmunds Paoa.

Señaló que el hecho de estar reconocido por una institución de Naciones Unidas le da una relevancia y un prestigio al sitio, pero también obliga al país a hacerse cargo, a cuidarlo, protegerlo y evitar el vandalismo.

En 2022, un incendio afectó más de 100 hectáreas del parque, incluido el cráter donde se elaboraban los moais. Hoy, ya está recuperada la flora y la fauna casi en su totalidad, dijo el alcalde.

Respecto a las estatuas dañadas, señaló que la Unesco hizo un informe muy detallado de los materiales para repararlas. Esos recursos ya están encaminados hacia la comunidad administradora del parque que ha hecho un gran trabajo.

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Rapa Nui hoy

En la actualidad, la isla del Pacífico Sur es uno de los principales destinos turísticos de Chile. Es un lugar, al cual muchos desean visitar, dijo Edmunds Paoa.

“La cultura megalítica, en conjunto con la cultura inmaterial, que es su gente, hacen que ambos se potencien y formen los músculos económicos que tiene Rapa Nui. Sin eso sería una isla más”, recordó. Eso hace que la economía sea robusta en términos de turismo.

No obstante, admitió, no todo el mundo puede llegar, porque la isla es pequeña, y la infraestructura hotelera, también. Asimismo, el aeropuerto tiene capacidad para pocos aviones. Eso ayuda a proteger y cuidar el sitio.

Sobre la población local explicó que un grupo importante se dedica a atender a los huéspedes, ya que cada casa es un potencial hotel. “Y yo le recomiendo a los visitantes que vayan allí en vez de a los hoteles porque así conocen a la gente y su idiosincrasia”.

Hay otros que se dedican a la agricultura, basada en vegetales que trajeron los ancestros y que todavía se mantienen; también a la ganadería pequeña, a la pesca y a la artesanía.

Además, un pequeño grupo trabaja en el área pública y se dedica a fiscalizar, ordenar y limpiar. Todos convergemos en un solo propósito que es el de cuidar la imagen para que el visitante se sienta seguro en un lugar que tiene un clima excelente y una hermosura natural que no necesita ponerle flores.

En la actualidad, Rapa Nui está adherida al programa de Naciones Unidas para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible hacia el 2030. Estas metas están contenidas en un programa a 20 años que se llama Plan Amor.

Tiene como ejes la autosustentabilidad, la optimización de recursos, el respeto por el género, por el adulto mayor, los niños, por la cultura y el medioambiente, informó Edmunds Paoa.

En abril pasado, la isla fue sede de la Cumbre de Líderes del Pacífico por la Protección de los Océanos y el Desafío de la Contaminación del Plástico y Microplásticos. Esto forma parte de las gestiones hacia un acuerdo internacional vinculante para luchar contra la contaminación por el plástico, incluso en el medio marino.

“Si Rapa Nui está aportando un granito de arena para avanzar en ese objetivo, yo estoy muy feliz”, indicó el alcalde.

Carmen Esquivel/Prensa Latina

 

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