La refinería Dos Bocas –que arranca su primer tren de producción el próximo 1 de julio– es pieza fundamental de la nueva política energética de México que ha dejado atrás la venta de los recursos al mejor postor. También es esencial para el proceso de recuperación de la industria petrolera, no obstante, al país aún le haría falta otra refinería para revertir el déficit de combustibles y atender la creciente demanda del mercado interno, considera la secretaria de Energía, Rocío Nahle. Agrega que otro pendiente para el próximo gobierno federal será recuperar la petroquímica.
Tercera parte. Paraíso, Tabasco. A días de consumar la prueba de fuego para las 17 plantas de la refinería Olmeca, en Dos Bocas, la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, reflexiona la importancia de este proyecto en el cambio radical que vivió la política energética de México, al pasar de un modelo privatizador de los recursos naturales y la infraestructura a uno que busca la soberanía energética. Asimismo, explica a Contralínea que el país sí requiere de una refinería más, pero ese sería trabajo de la próxima administración federal.
“Yo creo que sí se necesita otra porque el consumo va en aumento siempre. La transición energética va lenta en todo el mundo: es algo que quisiéramos, sin embargo la realidad está aquí, y hay que esperarnos todavía 10 años para ver cómo transita entre lo eléctrico y lo fósil. Hoy es necesario. Se siguen haciendo refinerías sobre todo en Asia y Medio Oriente”, indica la experta en el sector.
Agrega que existe un déficit mundial de combustibles fósiles de alrededor de 2 millones y medio de barriles de gasolina, de acuerdo con cálculos de la OPEP. “Antes de la pandemia traíamos un millón y medio [de barriles] en déficit. Y nadie invirtió en refinación más que México. Nosotros ya traíamos este proyecto. Hoy hay un déficit de 2.5 millones de barriles de combustibles en todo el mundo”.
La ingeniera explica que en otros países ya se están empezando a construir refinerías para atender el déficit, como en China, Arabia Saudita e incluso Estados Unidos. “Entonces nosotros tenemos que ver. Pero si nos esperamos de aquí a 10 años nos va a pasar lo que esperamos 40 años. Creo que quien llegue [a la Presidencia en 2024] va a ser cuestión de platicar, para mostrarle cuáles son las proyecciones nacionales y la matriz energética y tome la decisión”.
Con base en todos los estudios que se realizaron para construir la refinería Olmeca, incluso ya se tendría identificado el mejor lugar para su edificación. “Vimos tres lugares que eran los óptimos: Tuxpan, Coatzacoalcos y Dos Bocas. Y Dos Bocas fue el óptimo. El de segundo término fue Tuxpan por la cercanía con Ciudad de México. Se hacen unas evaluaciones, éstas las hicieron el Instituto Mexicano del Petróleo y Pemex; y Tuxpan y Coatzacoalcos estaban muy cercanos, pero creo que Tuxpan puede ser”, explica la secretaria de Energía.
Al respecto, el director general del IMP, ingeniero Marco Osorio Bonilla, explica que todos los proyectos que están en esta costa petrolera pueden ser factibles, pero sí hay localizaciones que tienen mayor infraestructura. “Por ejemplo, aquí la refinería tiene el acopio de la materia prima a la mano, tiene todas las facilidades. Pero en general la costa son buenas condiciones, es algo que aprendimos de los proyectos de la India, hay que hacerla en la costa porque los proyectos de refinación hoy tiene que ser de una magnitud grande como es éste [de Dos Bocas], por su rentabilidad. Y Tuxpan me parece que es la segunda mejor opción sin que las demás no sean adecuadas”.
La ingeniera Rocío Nahle recuerda que incluso si esa refinería en México no se hiciera ya se dejan avances importantes en la industria, que incluyen otras plantas de procesamiento. “El equipo de Proyectos [de Pemex Transformación Industria] trae otros dos proyectos muy grandes, en Tula y Salamanca, que estamos construyendo a la par. Entonces se termina esto, inmediatamente que entregue el proyecto el doctor [Leonardo] Cornejo, él se va a Tula y Salamanca. Tula también este año queremos terminar la planta coquizadora pero hay plantas auxiliares que se tienen que terminar el año que entra. Entonces se tiene que enfocar, y queremos dejar la etapa constructiva también de la planta coquizadora en Salina Cruz lista antes de que el presidente [Andrés Manuel López Obrador] se vaya. En Salina Cruz las pruebas y arranques tal vez ya no nos va a dar tiempo en este gobierno, pero en el siguiente gobierno en Salina Cruz las pruebas y arranques que ya estén. Que ya esté la etapa constructiva. Así se diseñó y así estamos trabajando”.
Otra área que quedará pendiente para el próximo sexenio es el rescate de la petroquímica básica y petroquímica secundaria. “El siguiente gobierno tiene que ir a rescatar la petroquímica. Tenemos infraestructura muy importante que creo que es muy fácil recuperarla: en Morelos, Cangrejera, las instalaciones de Pajaritos –Pajaritos es un complejo ya muy viejo pero las instalaciones son estratégicas, ahí puede hacerse una unidad de fertilizantes que es bastante rápido, llamémosle así–. Entonces sí tiene que [recuperarse]: necesitamos los petroquímicos en el país. Una gran parte de las importaciones que recibe México son petroquímicos y esa es nuestra diferencia en la balanza comercial que traemos a nivel nacional. Traemos importación de petroquímicos muy fuerte”.
Impacto del rescate de la industria
Acerca del rescate de la industria petrolera, el ingeniero José Manuel Rocha Vallejo, subdirector de Producción de Petrolíferos de Pemex y encargado de todas las refinerías, narra el impacto que ha tenido en el ánimo de los ingenieros e ingenieras.
“Fíjate que hay una cosa curiosa que veo en mis compañeros. Nosotros hemos vivido en Pemex casi toda nuestra vida profesional y veíamos en el trayecto de los sexenios pasados como lo que nosotros habíamos creado se venía destruyendo por visiones muy respetadas de los directivos, pero también nos preocupábamos porque nos íbamos a quedar sin trabajo. Entonces, el profesionista tiene un orgullo de estar en contra de lo que se dice: decían que Pemex no era rentable, que no era conveniente operarlo y nosotros que hemos vivido en Pemex sabemos que es un buen negocio para el país, para sacar todas las necesidades que nuestro país tiene”.
El experto, quien está encargado de dirigir el arranque integral de las 17 plantas de Dos Bocas y rescatar al resto de las refinerías, explica a Contralínea: “cuando nos dan la oportunidad en este sexenio de nuestro señor presidente y al mando de la secretaria de Energía, nosotros nos sentimos orgullosos de participar en este proyecto para demostrar al pueblo de México que sí Petróleos Mexicanos sigue siendo la columna vertebral de la nación. Eso creo que fue lo que más nos alimentó y no nos interesó si nos bajaban o no el salario, nos interesó mantener nuestra fuente de trabajo porque es el sustento de nuestra familia y de muchas familias”.
Por su parte, el ingeniero Julio César Aguilar Benítez, director de la refinería Olmeca, advierte que la industria energética es un tema de seguridad nacional. “Realmente el proyecto es la oportunidad grande que tiene nuestro país y Pemex de demostrar que sí podemos hacer las cosas y hacerlas para beneficio de la gente, del pueblo. Eso es lo que también motiva a muchos jóvenes. Muchos jóvenes han tenido también la oportunidad de demostrar aquí su capacidad. Esa gente joven tiene una motivación muy fuerte porque se sientes tomados en cuenta y gracias a que se reactivaron los proyectos en Pemex se dio lugar a que sucediera esto. En los gobiernos anteriores obviamente no había forma, porque no, nunca le apostaron a hacer proyectos nuevos para generar el crecimiento”.
Y en un homenaje al talento mexicano que construyó en el pasado, en las décadas de 1960 y 1970 las otras seis refinerías, la ingeniera Rocío Nahle apunta que aquí en la Olmeca están las enseñanzas de los grandes maestros de la industria. “Nosotros somos los [trabajadores] activos pero también fuimos por nuestros maestros. El ingeniero [José Alberto] Celestinos que en paz descanse estuvo con nosotros, con su asesoría, su conocimiento. El ingeniero [José Antonio] Cerna que prácticamente caminó con el ingeniero Celestinos, pero él [Cerna] estuvo en proyectos en Morelos y en refinerías, y es nuestro decano aquí en la construcción. Es mi asesor personal prácticamente, porque me ayuda muchísimo. Fuimos por la experiencia”.
Agrega que Pemex ha sido la escuela de todos los que están detrás de la ingeniería y la construcción de la refinería Olmeca. En el caso del decano del proyecto, la secretaria de Energía apunta: “el ingeniero Cerna estuvo en la construcción en Cadereyta, Salina Cruz, Morelos, Tula, en todas las refinerías. Y como dices: él no tiene ninguna necesidad de estar aquí, pero llegó desde el primer día con el ingeniero Celestinos y dijeron: ‘con permiso, ya llegamos y les vamos a ayudar’. Y la metodología que ellos usaron en su tiempo con la nueva, porque trajimos módulos de Asia y ellos [antes] no construían con módulos, este cruce de experiencias fue muy enriquecedor y aquí todos sumamos”.
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