En el municipio más pobre del país, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) descubrió posibles daños por 9 millones 129 mil 580 pesos, por compras que no se encontraban etiquetadas en el Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal (FISMDF) 2015.
En una primera observación, el máximo órgano de fiscalización del país presume un probable daño a la Hacienda Pública Federal por 7 millones 907 mil 312 pesos, “por la compra de fertilizantes con recursos del FISMDF 2015, acción que no se encuentra comprendida en los rubros establecidos en la Ley de Coordinación Fiscal, ni en el catálogo del FAIS incluido en los lineamientos para la operación del fondo y tampoco cuenta con la opinión favorable de la SEDESOL para considerarla como proyecto especial…”.
Otro 1 millón 222 mil 268 pesos por pagar con recursos del mismo Fondo en papelería y combustible, acciones que no se encuentran comprendidas en los rubros establecidos en la Ley de Coordinación Fiscal, ni en el catálogo del FAIS incluido en los lineamientos para la operación del fondo.
El Catálogo de Localidades de la Secretaría de Desarrollo Social ubica a Cochoapa el grande como el municipio más pobre del país y en un grado de rezago municipal “muy alto”. En esta comunidad de la montaña de Guerrero, el 82.60 por ciento de la población se encontraba en extrema pobreza, que contempla a unas 12 mil 425 personas.
El Índice de Desarrollo Humano Municipal en México: nueva Metodología —en el estudio más reciente del Programa— indica que “es complejo el panorama de desarrollo humano de un país como México”, ya que por un lado, se identifica que el mayor valor del índice de desarrollo humano es el de la delegación Benito Juárez, en el Distrito Federal (0.917). En contraste, el menor corresponde al municipio de Cochoapa el Grande, Guerrero (0.362). “Esta distancia es la misma que existe entre Países Bajos y Guinea-Bissau, ubicados en los lugares cuatro y 176 del ordenamiento mundial”.
Recursos sin control
Además de los probables daños al erario, la ASF realizó observaciones en materia administrativa que marcan las “debilidades” que hay en la operación del Fondo:
- No cuenta con normas generales de control interno que permitan la adopción e implementación de un sistema de control interno efectivo, que posibilite la administración de riesgos, en donde se promueva el mejoramiento de los controles y que los resultados se traduzcan en el logro de los objetivos y metas institucionales.
- Se carece de compromiso con los valores éticos, como la emisión de los códigos de ética y conducta o de un mecanismo de denuncia de posibles actos contrarios a la ética y conducta institucional.
- No existe vigilancia y supervisión del control interno, ni se establecieron de comités o grupos de trabajo en materia de ética e integridad, auditoría y control interno.
- No se establecieron atribuciones, funciones, responsabilidades y obligaciones de las diferentes áreas o unidades administrativas.
- No existen políticas sobre la competencia profesional del personal, su reclutamiento, selección, descripción de puestos y evaluación.