La comunidad científica internacional ha identificado a las invasiones biológicas como una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en el mundo. De acuerdo con una investigación del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, la mayoría de las especies exóticas invasoras en México son plantas (678 especies).
A escala mundial se ha documentado un grupo de 100 especies exóticas invasoras, consideradas las más perjudiciales; en México están reportadas 9 de éstas. Estas especies representan un gran problema en el país debido a que no son nativas del ecosistema y son capaces de sobrevivir, reproducirse y establecerse en un hábitat, amenazando a la diversidad biológica nativa.
Por ejemplo, la hormiga Pheidole megacephala, que ya se encuentra presente en México, se ha descrito que desplaza a otras especies de hormigas debido a que las depreda de manera directa.
La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) tiene registradas a las especies exóticas invasoras en los ecosistemas y plantaciones forestales del país; ha entregado una lista con 476 especies evaluadas que poseen un índice de mayor invasividad; entre éstas se encuentran los siguientes organismos de mayor preocupación: la Cochinilla rosada (Maconellicoccus hirsutus), el defoliador de la teca (Hyblaea puera), la roya de la teca (Olivea tectonae), la palomilla del nopal (Cactoblastis cactorum), la termita asiática (Coptotermes gestroi) y el sílido del eucalipto (Glycaspis brimblecombei).
De las 138 millones de hectáreas de superficie forestal que tiene el país, 96 millones podrían estar sujetas a daños por algún agente causal.
El cambio climático, según el Comité Asesor Nacional sobre Especies Invasoras, puede exacerbar la dispersión y el establecimiento de especies exóticas invasoras.
Aída Muñoz