Sismos de magnitudes superiores a 8, tormentas, huracanes e inundaciones son las principales amenazas para la población mexicana, altamente expuesta a fenómenos naturales perturbadores, advierte el más reciente informe de fiscalización de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Tan sólo entre 2013 y 2017 ocurrieron 1 mil 407 fenómenos naturales perturbadores, de los cuales 1 mil 231 (87.5 por ciento) correspondieron al tipo hidrometeorológico y 176 (12.5 por ciento) al tipo geológico.
Las entidades federativas más afectadas en ese periodo fueron Veracruz, Guerrero, Chiapas y Baja California Sur, que en conjunto acumularon 648 fenómenos (46.1 por ciento) y concentraron 37 mil 387.5 millones de pesos, de los recursos otorgados por el Fondo de Desastres Naturales, equivalentes al 62 por ciento del total, refiere la “Auditoría de cumplimiento financiero 2017-0-06100-15-0055-2018”.
Y es que, en la región de América Latina y el Caribe, México es el país que más desastres naturales –y con mayor pérdida de vidas– ha padecido en los últimos años.
La ASF detalla que esto se debe a su ubicación geográfica, características climáticas, orográficas e hidrológicas, así como por su actividad volcánica y sísmica.
Respecto del riesgo sísmico, apunta que “está catalogado como uno de los países de mayor actividad sísmica en el mundo, al experimentar más de 90 sismos anuales con una magnitud de 4 o más”.
Por ello, advierte que en la costa de Guerrero –en la brecha sísmica entre los municipios de Acapulco y Zihuatanejo– se podría liberar en un sismo de magnitud aproximada de 8.4, según estimaciones de un grupo de científicos que investigan la acumulación de energía en el área.
Huracanes, tormentas e inundaciones
Otros graves riesgos corresponden a la actividad meteorológica pues, según la ASF, “aproximadamente el 40 por ciento del territorio y más de una cuarta parte de la población están expuestos a tormentas, huracanes e inundaciones”.
Nancy Flores