El Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México –que aglutina a 48 organizaciones de la sociedad civil, incluidas de Centroamerica– repudió el “artero asesinato de [la activista] Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez, madre de Karen Alejandra Salinas Rodríguez, desaparecida en 2012”.
Al tiempo, pidió de manera urgente Grupo de Trabajo de Desapariciones Forzadas e Involuntarias de Naciones Unidas, al relator Especial de Defensores de Derechos Humanos y al relator Especial sobre Ejecuciones Sumarias y Arbitrarias, soliciten al Estado mexicano medidas cautelares tanto para la familia de la víctima como para y los miembros de la Comunidad Ciudadana en Búsqueda de Desaparecidos en Tamaulipas.
Para el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México, éstos enfrentan un riesgo inminente a perder la vida, así como a sufrir daños a su integridad y seguridad.
A través de un comunicado de prensa, la organización –acompañada por otras organizaciones civiles e instituciones universitarias solidarias– explicó que la madrugada del 11 de mayo representantes de colectivos de familiares de personas desaparecidas de Tamaulipas informaron del “repudiable asesinato” de Miriam Rodríguez.
“Los cobardes asesinos entraron a su casa y la acribillaron alrededor de la 10:30 de la noche del 10 de mayo. En esta oscura noche de violencia y terror que hemos vivido por más de 1 década en el Noreste del país –y que desgraciadamente se fue extendiendo a todo el territorio mexicano–, la impunidad, la ausencia total e incuestionable de un supuesto estado de derecho ha posibilitado la vigencia de un sistema de terror y muerte como forma de gobierno en nuestros estados”.
Los integrantes de la organización preguntan quiénes fueron los perpetradores directos. “¿Acaso los hombres que se fugaron del penal de Ciudad Victoria y que están procesados por la desaparición y ejecución de su hija Karen Alejandra Salinas Rodríguez, desaparecida en 2012? ¿Acaso fueron simples ladrones como suelen ser las versiones oficiales? No lo sabemos, pero lo que sí podemos constatar es la responsabilidad del gobierno mexicano por la negligencia de no brindar las medidas de protección que solicitó la víctima, ante el riesgo que corría su vida, por la fuga del responsable de la muerte de su hija”.
El Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México reprueba la falta de seriedad de las autoridades. “Gritamos ya basta: no podemos aceptar más madres y padres de desaparecidos asesinados por buscar a sus hijas e hijos. Ya no queremos gobiernos indolentes, cooptados y corruptos que sacrifican a los ciudadanos por sus perversos intereses”.
Por ello, “condena enérgicamente el asesinato de Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez, compañera-madre buscadora de su hija desaparecida y de todos los y las desparecidas en México”.
Además, exige una investigación inmediata a través de un órgano que garantice imparcialidad e independencia. Y al presidente Enrique Peña Nieto, y al secretario de Gobernación, “que dejen de simular y actúen para garantizar la vigencia de los derechos humanos en nuestro país, y si no pueden, que renuncien”.
Nancy Flores