Mayo fue el más caluroso registrado hasta la fecha. Con éste, ya son doce meses consecutivos de temperaturas récord, según el último informe del Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Comisión Europea. “Nuestro planeta está intentando decirnos algo. Pero parece que no escuchamos”, afirmó el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, durante su discurso en el día Mundial del Medio Ambiente.
Desde el museo Americano de Historia Natural de Nueva York, Guterres comparó el cambio climático con el meteorito que acabó con los dinosaurios. Sin embargo, enfatizó que en esta ocasión “no somos los dinosaurios, somos el meteorito”. El presupuesto de carbono restante para limitar el calentamiento a largo plazo a 1.5 grados es de unos 200 millones de toneladas de dióxido de carbono, (CO2), un umbral que se agota rápidamente al emitir alrededor de 40 de toneladas al año.
El último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) señaló que existe un 80 por ciento de probabilidad de que la temperatura media anual mundial supere temporalmente los 1.5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales durante al menos uno de los próximos cinco años. “Estamos jugando a la ruleta rusa con nuestro planeta. Necesitamos una rampa de salida de la autopista hacia el infierno climático”, indicó Guterres.
La diferencia entre 1.5 y 2 grados Celsius podría ser la diferencia entre la extinción o la supervivencia de comunidades costeras y pequeños estados insulares. Asimismo, calificó de “parodia de justicia climática” el hecho de que los más afectados por la crisis climática son los menos responsables de ella, como los pueblos indígenas y comunidades vulnerables.
La crisis climática afecta gravemente la economía global, desde la ruptura de cadenas de suministro, hasta la inseguridad alimentaria creciente. Incluso si las emisiones se redujeran a cero mañana, los costos se estiman en al menos 38 billones de dólares anuales para 2050. Mientras tanto, la industria de combustibles fósiles obtiene beneficios récord y reciben enormes subvenciones.
Guterres realizó un llamado urgente a reducir drásticamente las emisiones de CO2, proteger a las personas y a la naturaleza de los fenómenos extremos y aumentar la financiación para luchar contra el cambio climático. De igual maneta, subrayó que los países del G20, responsables del 80por ciento de las emisiones globales, tienen el deber de liderar este esfuerzo.
De cara la próxima Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP29), Guterres invitó a los países a establecer claramente sus necesidades de adaptación climática y a las instituciones financieras a dejar de financiar combustibles fósiles e invertir en energías renovables. “No podemos aceptar un futuro en el que los ricos estén protegidos en burbujas con aire acondicionado mientras el resto de la humanidad es azotada por un clima letal en tierras invivibles”.
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