Organizaciones sociales y civiles de Perú, México y Chile plantearon su descontento y oposición a la reactivación de las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), del que se separó Estados Unidos con la llegada de Donald Trump al poder.
En el marco del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) manifestaron que “este acuerdo es muy perjudicial para los pueblos y se contradice con acuerdos internacionales de derechos humanos en diversas materias”, a través de un comunicado.
Alberto Arroyo, representante de México Mejor sin TPP, comentó el país “ya tiene demasiados tratados firmados y que aún no se ha demostrado el beneficio de esta conducta gubernamental. Nos opusimos al TPP, no porque fuera Estados Unidos parte de la negociación, sino después del análisis detallado de todos sus contenidos, que nos mostró que es aún peor que otros tratados que ha firmado México”.
Ana Romero, de la Red Peruana por una Globalización con Equidad – Red GE, y miembro de Perú Mejor sin TPP, expuso que se ha demostrado que este acuerdo es “uno de los acuerdos más nocivos firmados hasta el momento, comprobado por estudios de impacto de diferentes países, relatores de derechos humanos e intelectuales”. Informó que el Ministerio de Salud peruano, a través de un estudio de impacto, “declaró al TPP como un acuerdo comercial peligroso para la población de dicho país, especialmente para temáticas de acceso a medicamentos”.
Tomás Lagomarsino, presidente de Fundación Equidad y miembro de la plataforma Chile Mejor sin TLC aseguró que “se sigue negociando un tratado que ha sido calificado como perjudicial para los derechos humanos de todos los chilenos, el TPP”.
En su edición 385, Contralínea documentó que en México la información de las negociaciones de este acuerdo multilateral se ha conocido sólo a través de filtraciones y escuetos informes. Además de que es un acuerdo al que sólo tienen acceso los representantes de los gobiernos negociadores y algunos empresarios, que ocupan el llamado “cuarto de junto”.
Érika Ramírez