En plena crisis financiera, Petróleos Mexicanos (Pemex) decidió destinar 133.5 millones de dólares de su recortado presupuesto a la contratación de un programa anual de coberturas petroleras.
El argumento de esta millonaria contratación: “proteger su balance financiero ante posibles caídas del precio de la mezcla mexicana de exportación por debajo del establecido en la Ley de Ingresos de la Federación”.
A través de un comunicado, la petrolera del Estado mexicano indica que, “por primera vez en 11 años, cuenta con un programa propio de coberturas, lo que favorecerá el cumplimiento de sus compromisos de operación e inversión y brindará mayor certidumbre a sus ingresos ante la posible disminución del precio de los hidrocarburos”.
Agrega que “la estrategia de cobertura para 2017 consistió en la protección parcial de los flujos de efectivo de la empresa, considerando un volumen máximo de 409 mil barriles diarios para los meses de mayo a diciembre, a un precio de 42 dólares por barril, de acuerdo con el nivel aprobado por el Congreso de la Unión. La cobertura contratada brinda a Petróleos Mexicanos una protección si el precio promedio mensual de la mezcla mexicana se ubica entre 42 y 37 dólares por barril. Éste es el rango que corresponde a los escenarios más probables de precios a la baja. Si el precio se ubica por debajo del límite de 37 dólares, Pemex recibirá el monto máximo de protección contratada. La inversión asociada a esta operación fue de 133.5 millones de dólares”.
Para justificar el gasto público, asegura que “este tipo de coberturas es común entre las grandes petroleras del mundo, con lo que Pemex continúa alineando su estrategia con las mejores prácticas internacionales. Asimismo, esta medida se suma a los esfuerzos de disciplina financiera contenidos en el Plan de Negocios 2017-2021, el cual tiene como eje central la rentabilidad y el compromiso de cumplir con la meta de balance financiero”.
Y agrega: “la cobertura contratada por Petróleos Mexicanos se complementa con la contratada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Mientras esta última asegura los ingresos petroleros del gobierno federal, la de Pemex protege el balance de la empresa”.