Fue en 2012 cuando la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chang, felicitó al gobierno mexicano por los logros del Seguro Popular que permitían acercarse a la Cobertura Universal de Salud, uno de los objetivos de ese organismo multilateral.

La Cobertura Universal, dijo Chang hace cuatro años, permite a los países evitar crisis financieras derivadas de los altos costos de salud. La mala noticia es que, hace apenas unos días, en el órgano informativo oficial de la OMS, una investigación coloca a México en los últimos lugares en materia de Cobertura Universal de Salud. ¿Qué cambió en los últimos años? ¿Quién se equivocó en el manejo de los datos?  De acuerdo con la investigación sobre atención sanitaria en México, Rusia, Ghana, India, Sudáfrica, entre 2007 y 2010 los mexicanos mayores de 50 años registraron el peor y más deficiente acceso a infraestructura médica para el tratamiento de enfermedades crónicas y degenerativas. El análisis se realizó con cifras de la OMS y no de la Secretaría de Salud. Quizás allí está la diferencia. En México, los investigadores de la OMS encontraron que sólo el 20.6 por ciento de la población estudiada tuvo acceso a atención médica y en Sudáfrica fue el 47.6 por ciento. Ayer fue el Día Mundial de la Salud y la OMS lanzó un nuevo reto: mayor atención para enfermedades crónico degenerativas. Claro, para ello la Cobertura Universal es indispensable y en México aún es un tema pendiente y preocupante porque no habrá presupuestos públicos suficientes para atender a la población pobre y con muchas necesidades.

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¿Los culpables?

Fue entre 2000 y 2006 cuando Julio Frenk estuvo a cargo de la Secretaría de Salud. Desde esa posición constituyó una de las primeras aportaciones para un fondo de gastos catastróficos que serviría como base para el Seguro Popular, instrumento en el que el gobierno mexicano ha sustentado la cobertura universal usando la infraestructura del sector salud. A través de un acuerdo con las cigarreras, Frenk logró que se aportara un peso por cada cajetilla vendida. Para muchos fue como pactar con el diablo. Frenk, sin embargo, inauguró la época del Seguro Popular y de la Cobertura Universal que deberá revisarse si se busca usarla como modelo para la reforma del sector salud que ya se encomendó al Secretario José Narro, ex rector de la UNAM. A Mercedes Juan se le criticó su escasa pericia política para impulsar esa reforma que deberá tener la misma envergadura que la del sector de energía o la educativa. La verdad, tengo miedo porque las reformas al sector de la educación y la energía no han sido exitosas, al menos no hasta ahora.

La OTI se fortalece.

Fue en Miami, la cuna de la televisión de habla hispana, en donde se dieron cita empresarios y directivos de los principales generadores de contenidos en español. En torno a la Organización de Telecomunicaciones de Iberoamérica (OTI), que preside Emilio Azcárraga,  los empresarios del sector de la televisión y las telecomunicaciones  firmaron acuerdos para impulsar el desarrollo de contenidos audiovisuales y el acceso a la conectividad de la región. México está encabezando muchas de las iniciativas en la OTI que atiende una audiencia de más de 500 millones de personas.

La CNBV y la desordenada certificación

Vaya reto que tiene, una vez más, la CNBV que preside Jaime González Aguadé. Resulta que el próximo año el Grupo de Acción Financiera contra el Blanqueo de Capitales (GAFI) revisará el cumplimiento de México en materia de reglas contra el lavado de dinero. La CNBV aplica los exámenes para los certificadores en cada institución financiera del país. La buena noticia es que el examen es muy complejo y exigente. La mala es que la CNBV no logra dar buena atención a los intermediarios; no hay capacidad para realizar la evaluación ni nuevas fechas para aplicar esos exámenes. Así que se prevén muchas multas.

Claudia Villegas

 [BLOQUE: OPINIÓN][SECCIÓN: IQ FINANCIERO]

Contralínea 484 / del 18 al 23 de Abril, 2016

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