Vamos de mal en peor, no obstante lo que diga la propaganda gubernamental.
El crecimiento económico, que se pensaba hace tiempo sería de 2 por ciento sin considerar los pronósticos del Banco de México que lo situaba en 3.1 –otra vez Agustín Carstens volvió a fallar–, se prevé en 1.8 por ciento y a la baja…
The New York Times informa que la estrategia contra la violencia es la misma que la realizada por Felipe Calderón: atrapar capos famosos pero no reducir la violencia.
Tres malas noticias en aspectos importantes y de trascendencia en la vida nacional. Pero, desgraciadamente, como decía el clásico, hay más…
Luego de que el Senado de la República hizo una serie de modificaciones (correctas) a la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, en la Cámara de Diputados las comisiones encargadas efectuaron una serie de regresiones que traerán opacidad. Veamos:
Según dichas transformaciones, la última palabra respecto a la información en cuanto a derechos humanos, estabilidad financiera y la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal, la tendrá la Suprema Corte de Justicia de la Nación y no el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos (Ifai). Además, no se podrá saber cómo gastan sus millonarias sumas los partidos políticos y los sindicatos, no obstante que ambos manejan dineros públicos.
También se quiere desmantelar el Ifai, ampliar a siete comisionados ese organismo, siendo cuatro de ellos, cuando menos, abogados.
Para lograr dichos movimientos, encabezados por el diputado priísta Héctor Gutiérrez, un alfil de Manlio Fabio Beltrones, en colaboración con el Partido Nueva Alianza y el Partido Verde Ecologista de México, se utilizó la censura en el Canal del Congreso.
Y es que la sesión donde se hicieron las regresiones no se transmitió. Un ejemplo que hemos retrocedido, incluso, en el derecho a la información. Botón de muestra de lo que nos espera de aprobarse la ley energética y la reforma fiscal con IVA en alimentos y medicinas.
Hay que recordar que mediante el impulso del Grupo Oaxaca, donde intervinieron especialistas en la materia, periodistas, académicos y activistas, se logró aprobar la creación del Ifai. Este organismo ha ido avanzando en los últimos 12 años ya que se inició en el sexenio de Vicente Fox.
Es cierto que han existido tropiezos, sobre todo en la era calderonista, pues entraron en su seno individuos poco escrupulosos como Gerardo Laveaga (su actual presidente) y Sigrid Artz, quien trabajaba antes en la Presidencia de la República. No obstante, ello funcionaba con cierto decoro gracias a personajes como Ángel José Trinidad y Jacqueline Peschard.
Recientemente se propuso que desaparecieran los institutos estatales, ya que la mayoría de ellos estaban cooptados por los gobernadores de las entidades. Tanto, que el de Coahuila (en la época de Rubén Moreira) no quiso dar información de la deuda pública al considerarla un secreto de las autoridades. Sabemos que pasó: los empréstitos son por más de 36 mil millones de pesos, lo que sacrificará a la población durante varios sexenios.
Pero, con todo, el Ifai tenía una buena fama, no sólo en México sino en el extranjero, pues era catalogado como uno de los más avanzados en algunas cuestiones, sobre todo por la supervisión de los gastos presidenciales con Fox (recordar las toallas de miles de pesos descubiertas y los manejos de Martita, la Presidenta) y Calderón (prueba de ello son los libros de Anabel Hernández acerca del narco y otras cuestiones, pues la compañera es un as en los terrenos de solicitar y encontrar información).
Si las nuevas medidas aprobadas por los senadores se hubieran adoptado, el avance hubiera sido magnífico. Pero como decíamos: vino el retroceso. Entre los que encabezaron la medida estuvo Arely Madrid Tovilla, quien presidió la sesión y se equivocó frecuentemente, tanto, que causó la hilaridad entre sus compañeros. La chiapaneca extrañamente ha sido cinco veces legisladora, encargada de puestos importantes y una activa priísta de hace años.
Una cuestión más. También se plantea alargar los tiempos para entregar la información en las propuestas de los legisladores de San Lázaro. Como bien apuntan especialistas reunidos –entre ellos Héctor Rubio–: información diferida al máximo ya no sirve para los fines sociales que se necesitan.
Al parecer el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se oponen a esas nuevas y malas prácticas. Tienen razón. De no hacerlo, muchas de las acciones emprendidas por Enrique Peña Nieto y sus subordinados quedarán en lo oscurito, algo terrible ahora que se necesita cada vez más tener claro para qué se efectúan las reformas, qué se obtendrá con ellas y quiénes se beneficiarán de las mismas.
*Periodista
Fuente: Contralínea 350 / septiembre 2013