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A paso firme, Venezuela resistió agresión en 2017

A paso firme, Venezuela resistió agresión en 2017

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Caracas. Para el pueblo de Venezuela, 2017 dejó una estela de satisfacción, porque resistió a paso firme todo tipo de maquinaciones para derrocar al gobierno del presidente Nicolás Maduro.

mano, venezuelaNo importó la agresión económica caracterizada por el ataque a la moneda nacional desde el inicio de ese año; tampoco, la especulación y el acaparamiento de los productos de primera necesidad, el bloqueo de los mercados financieros a las importaciones; nada pudo parar la voluntad del chavismo de seguir inspirando con su Revolución Bolivariana.

Al incremento de la agresión económica, la manipulación mediática y las amenazas de intervención externa lanzadas por Estados Unidos y gobiernos cómplices de la región, se unieron meses de violencia impulsados por la oposición de derecha en su afán de llegar al Palacio de Miraflores, sede gubernamental, a través del fascismo y el terrorismo.

Abril, mayo y junio fueron meses difíciles para el pueblo venezolano: las llamadas guarimbas dejaron un saldo de más de un centenar de muertos, más de un millar de heridos y cuantiosos daños materiales.

Fueron días de tensión, cuando la derecha trató de convertir las calles en campos de batallas, el ataque a hospitales, a las fuerzas del orden y a todo lo que oliera a chavismo matizaron estas jornadas, en las cuales creció el rechazo a estas prácticas, no sólo por apoyo al gobierno sino también porque la gente no podía ir a trabajar, llevar a sus hijos a las escuelas y desarrollar la vida con normalidad.

La oposición de derecha perdió partidos como Primero Justicia, Voluntad Popular y Vente Venezuela, entre otros; quedaron mal parados ante la mayoría de los venezolanos. En esta etapa inicial del año, por sobre todas las cosas, se fortaleció la unidad cívico-militar, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) demostró que está junto al pueblo y el gobierno constitucional, lo que reafirmó que es soporte de la revolución iniciada por el comandante Hugo Chávez desde sus filas.

Desde mucho antes que se iniciara 2017, el presidente Maduro llamó al diálogo con la oposición, instó a la Asamblea Nacional para que solventara su posición de desacato ante las leyes electorales del país pero, apenas en diciembre, fue que los sectores adversos concurrieron a República Dominicana a conversar en busca de un entendimiento entre iguales.

Llegó julio y los preparativos para una batalla por la paz ante amenazas externas y confabulaciones internas para subvertir el orden constitucional del país. Millones de personas concurrieron el 30 de ese mes a las urnas para elegir a sus representantes a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

Este fue sin dudas un golpe maestro del gobierno y del presidente Maduro al convocar a un ejercicio concebido para evitar la guerra, aupar el diálogo y subrayar el carácter popular y nacionalista del proceso democrático iniciado años atrás por el comandante Chávez.

“La convocatoria a la Constituyente es muy claro que es por la paz, pero ahora es muy claro ante las declaraciones insolentes del imperio, que es una constituyente por la dignidad nacional, por la soberanía del país”, señaló Maduro al valorar esa acción.

Desde la elección de la ANC todo comenzó a cambiar en el país, el ambiente de violencia pasó a ser algo del pasado y los venezolanos iniciaron una etapa de diálogo, convivencia y civilidad que los llevó a las elecciones regionales para elegir a los 23 gobernadores de los estados de la nación morocha.

Con la situación política se mezcla de manera indisoluble el contexto económico, las acciones para la reestructuración de la deuda externa.

Mientras las corporaciones mediáticas desplegaban un circo amarillista con titulares en los que se decía que Venezuela y Pdvsa estaban al borde de un default, el gobierno bolivariano avanzó en la firma de un acuerdo con Rusia, a la vez que China reiteró su confianza en la capacidad del país y de la industria petrolera para honrar sus futuros compromisos, según estimó el constituyente Adán Chávez.

En su empeño de aislar a la Revolución Bolivariana, Estados Unidos impulsó una írrita reunión que fue rechazada por la comunidad internacional, para llevar el “caso Venezuela” al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a fin de obtener el aval de este organismo multilateral para justificar una invasión.

Ese año, 2017, fue testigo de un rosario de intentos de Luis Almagro y la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que Caracas se retiró, de aplicar la Carta Democrática a Venezuela, de la creación del llamado Grupo de Lima para disfrazar los ataques de Washington contra los venezolanos y un sinnúmero de amenazas contra la patria de Bolívar y su pueblo.

Intentos de justificar una invasión armada, de crear una crisis humanitaria para pasar a una intervención militar, maniobras militares en países fronterizos encaminadas a controlar los inmensos recursos económicos venezolanos. Se ensayó de todo para derrocar al gobierno constitucional de Venezuela.

Ya a finales del año se destaparon varios casos de corrupción, con la labor del fiscal General Tarek William Saab, que demostraron que ese flagelo amenazaba con destruir la principal industria del país, la petrolera.

La lucha contra la corrupción es desde ya un largo culebrón, como las novelas que alargan su fin, y que mantendrá en vilo a los venezolanos durante mucho tiempo.

El estado venezolano inició una verdadera cruzada contra la corrupción, cuyo éxito es vital en esta coyuntura para la continuidad del proyecto socialista contemplado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Si prevalece este flagelo, la corrupción, no podremos alcanzar la estabilidad económica y política que necesita el país, estiman analistas.

Según denuncias, dicho flagelo es en este momento la mayor amenaza para la Revolución Bolivariana y por ello a quienes la practiquen donde quiera que estén, vengan de donde vengan, sean quienes sean, hay que llevarlos ante la justicia y castigarlos, puntualizó el presidente Maduro al abordar la situación.

Así se fue 2017 en Venezuela; tres victorias en las urnas para el chavismo, fuertes golpes a los opositores y a la violencia, inicio de un promisorio diálogo político, un golpe necesario para la supervivencia al flagelo de la corrupción y ya las elecciones presidenciales de este 2018 están por llegar.

Luis Beatón/Prensa Latina

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