La probabilidad de una guerra mundial a causa del conflicto en Siria se incrementa. Turquía sigue ofreciendo su base logística a mercenarios provenientes de la Libia “liberada”. Arabia Saudita, la Casa de Saud, sigue suministrando el dinero para armarlos. Washington, Londres y París seguirán afinando las tácticas en lo que sigue siendo el prolongado y candente juego anticipatorio para un ataque de la OTAN contra Damasco. Pero algunos países de la zona, como Turquía, ya comienzan a sopesar las consecuencias de una mayor presencia de Occidente en la región