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La especulación como principio y fin

En el principio, cuando llegó como un dios pendenciero por las artes del “haiga sido como haiga sido”, con el plumaje manchado entre las cloacas electorales por las cuales se vio obligado a cruzar antes de poder elevarse hasta las cumbres presidenciales, la tierra era caos y confusión y oscuridad, merced a la furia especulativa desatada por el “mercado” en contra del precio de las tortillas, el alimento básico de pobres y miserables. Observó el problema, si es que reparó en él, y no hizo nada. Le ganó la indiferencia. Es cierto que amenazó a los especuladores con terribles castigos. Pero apenas había usurpado el trono ya tenía cosas más importantes que hacer para afianzarse en el sitial. En ese momento la alimentación de las mayorías era irrelevante, como lo fue en todo el sexenio.

Crisis en el Ejército

En los últimos tres años, de 2010 a 2012, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) realizó 18 contratos con proveedores privados extranjeros por varios miles de millones de pesos para la adquisición de equipos y servicios para las áreas de inteligencia de esas fuerzas armadas. El propósito de estas compras es que el Ejército cuente con el equipo tecnológico necesario para investigar a grupos armados (guerrilla) y a la delincuencia organizada (narcotráfico), ante lo cual dichas adquisiciones se clasifican dentro del marco legal de seguridad nacional y por ello, explica la misma Sedena, estos contratos se realizaron mediante asignación directa, sin licitación de por medio y bajo autorización de un comité de compras del Ejército, en donde participa el propio secretario de la Defensa, general Guillermo Galván Galván.

El infierno y el paraíso de la segunda gran depresión

El pasado 20 junio, Wolfgang Münchau, coeditor del Financial Times y columnista de Der Spiegel, se preguntaba: “¿Qué deberíamos preferir en la crisis del euro? ¿Acaso un final espantoso, antes que un espanto sin final? La política de ganar tiempo practicada por Angela Merkel es todavía más ruinosa. Cada mes que pasa, las cargas soportadas por Alemania en el sistema son más pesadas. Un ejemplo de esa locura lo da la explosión de la deuda griega. Cuando comenzó la crisis, el peso de [su] deuda era sólo del ciento por ciento. Tras varios años de ahorro y austeridad, y a pesar de la quita de deuda, es ahora más elevada. Si ahora España e Italia tienen que entrar a cobijarse igualmente bajo el paraguas, eso significa que Alemania y Francia tendrán que garantizar más de 4 billones de euros de deudas. Eso es más que el ingreso anual de los dos países juntos. Estamos en rumbo a la mayor bancarrota estatal de la historia universal. Y la política Merkel nos lleva derechamente al infierno de Dante: “quien aquí entre, abandone toda esperanza”.

Novelo Urdanivia: Volvamos a Keynes

El liberalismo económico llevado a sus últimas consecuencias por el neoliberalismo económico con la teoría de Milton Friedman (Capitalismo y libertad, editorial Rialp, divulgada por los Chicago Boys y en la práctica por Reagan-Thatcher y sus discípulos a lo largo de medio siglo de capitalismos) creó pobreza y desempleo masivos y encuentra en Angela Merkel la máxima exponente

Es Alemania la que más teme la desaparición del euro

El historiador, sociólogo y politólogo francés Emmanuel Todd no tiene duda: aferrarse al euro sólo significará la ruina para la mayoría de las economías europeas y el fortalecimiento del liderazgo regional de Alemania.

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