Dos son las observaciones de las que se puede hacer mención respecto del caso de los integrantes de la estadunidense Agencia Central de Inteligencia que fueron heridos en la población cercana de Xalatlaco, Estado de México, el pasado 24 de agosto: la primera es el estratégico papel que viene desempeñando la Secretaría de Marina mexicana en el combate al narcotráfico, función que ha sido avalada por el presidente de la República y quien ha colocado su confianza en este actor; y la siguiente es la llegada del embajador Anthony Wayne, quien trajo como agregado militar a un exmiembro de la tropa de elite del ejército estadunidense, quien además tiene experiencia en la lucha contra el terrorismo. Es así que el contraalmirante Colin Kilrain se ha convertido en el punto clave para entender la relevancia y la preocupación que representa México para el gobierno de Estados Unidos.