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La capacidad de los trabajadores petroleros mexicanos

México es un país que ha desarrollado gran capacidad para la producción y refinación petrolera. Las primeras refinerías datan del siglo XIX: en 1887 se refinaba petróleo en Villa Cecilia y en Pueblo Viejo, hoy Ciudad Madero, Tamaulipas.

Ni de lejos, Obama es Lincoln (ni mucho menos Peña es Juárez)

Se pueden aprovechar otras experiencias históricas y, cambiando lo que se tenga que cambiar, implantarlas sobre todo para los nacientes Estados donde se constituyen sociedades que, con medios jurídicos, generan sus gobiernos para conquistar fines políticos, económicos y sociales-culturales, afianzadas en sus tradiciones rescatables. Pero no hay imitaciones ni ciclos, como postulan quienes catearon el encanto de la “astucia de la razón” de Hegel y el hegelianismo de derechas al que se afiliaron Oswald Spengler, Arnold Toynbee y demás seudohistoriadores de “tijeras-y-engrudo” (Robin G Collingwood, Idea de la historia; Ensayos sobre la filosofía de la historia y El nuevo Leviatán: hombre, sociedad, civilización y barbarie). Aunque lo parezca, nada se repite en el curso de la humanidad. Y cada pueblo, cada nación, son singulares al crear su pasado y su presente que es el único futuro inmediato.

La nueva refinería, en la lista de los buenos propósitos

Hace un par de semanas se aplicó en el país el quinto gasolinazo del año. Los precios de los combustibles siguen al alza provocando un efecto inflacionario en los productos de primera necesidad al incrementar los costos del transporte de las mercancías; en tanto, la nueva refinería prometida desde el sexenio pasado, planeada en el municipio de Tula, Hidalgo, sigue arrumbada en el desván de los buenos propósitos oficiales.

Industria petrolera: ¡México puede!

Desde que el papa Alejandro VI, mejor conocido como Rodrigo de Borja (o Borgia), le “donó” a los españoles nuestras tierras, en 1493, hemos sido sujetos del saqueo de nuestras riquezas. Nuestra tierra ha sido invadida y sus riquezas fueron a parar a manos de potentados extranjeros. Incluso en 1787, cuando se expidieron las Reales Ordenanzas para la Minería, en lo que ellos llamaron la Nueva España, determinaron que los “jugos de la tierra” pertenecían a la corona de España, es decir, al invasor extranjero. Durante el porfirismo esta situación continuó, ya que en 1906 la Cámara de Diputados aprobó una ley en la que se eximía a las compañías petroleras de cualquier pago de impuestos –a excepción del impuesto de timbre– si explotaban terrenos privados.

La reforma energética, a favor de trasnacionales

Como en el caso de la legalización que obtuvieron las arbitrarias subcontrataciones (outsourcing) al aprobarse la reforma laboral, de igual manera se busca que mediante la luz verde a la reforma energética en el Congreso de la Unión las empresas extranjeras reglamenten sus operaciones que ya realizan desde hace años al interior de Petróleos Mexicanos (Pemex), a pesar de estar prohibidas por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

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