Tras el prometido “ocho de ocho” del PRI en Tamaulipas, en las pasadas elecciones del 5 de julio, el ambiente político de la entidad no descansa, pues ya ha iniciado la carrera por la sucesión gubernamental donde un puñado de políticos pueden presumir que arrancan en la delantera
Reynosa, Tamaulipas
La noche del pasado 5 de julio, cuando apenas se empezaban a conocer los resultados preliminares que confirmaban que el Partido Revolucionario Institucional se había llevado el tan prometido “ocho de ocho”, en Tamaulipas inició una nueva carrera política: la de la sucesión gubernamental.
Y es que el mandato del gobernador Eugenio Hernández Flores ya se encuentra en su recta final, por lo que ahora los pensamientos de todos los militantes priistas en la entidad están concentrados en tratar de adivinar el nombre de su candidato al gobierno del Estado.
En el arranque de esta carrera política -que según fuentes terminará en enero del año 2010, cuando se anuncie de manera oficial el nombre de quién será designado como abanderado priista-, cuatro militantes del tricolor sobresalen del resto.
Estos políticos, quienes pueden ser considerados como los “punteros” en el arranque de la sucesión gubernamental son: Rodolfo Torre Cantú, candidato electo a la diputación federal por el Distrito V, con cabecera en Ciudad Victoria; óscar Luebbert Gutiérrez, alcalde de Reynosa, Amira Gómez Tueme, senadora de la República, y Ramón Garza Barrios, presidente municipal de Nuevo Laredo.
Estos cuatro militantes del Revolucionario Institucional son quienes concentran tanto las simpatías como las aptitudes que la cúpula del PRI está buscando para quien sea electo su candidato a gobernador.
Incluso estos personajes cumplieron con creces sus encomiendas en el pasado 5 de julio, lo que los ha puesto como favoritos en una contienda que apenas inicia y sumirá al PRI en uno de los procesos internos más intensos de su historia.
TORRE, EL CERCANO
Desde el inicio de la administración estatal, Rodolfo Torre Cantú se caracterizó por ser uno de los personajes más cercanos al gobernador Eugenio Hernández Flores, a quien acompaña desde los tiempos en que el mandatario estatal era alcalde de Ciudad Victoria.
En ese entonces, el médico titulado por la Universidad Autónoma de Tamaulipas fungía como director general del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), en la capital tamaulipeca.
Una vez que Eugenio Hernández Flores se convirtió en gobernador de Tamaulipas, en el año de 2005, de inmediato llamó a Torre Cantú para que ocupara la titularidad de la Secretaría de Salud en la entidad, aunque esto significó que solicitara licencia a la diputación local que había ganado en esas mismas elecciones.
De hecho, hubo versiones que aseguraron que Torre Cantú era el candidato natural del PRI a la presidencia municipal de Ciudad Victoria, nominación que al finalmente recayó en manos del ex delegado del Infonavit, álvaro Villanueva Perales.
Los rumores citan que el médico aceptó convertirse en candidato a diputado pues su presencia representaría una importante cosecha de votos a favor del ex edil capitalino y, además, recibiría a cambio la titularidad de la Secretaría de Salud.
Tras asumir la titularidad de la dependencia estatal, Torre Cantú se convirtió en uno de los secretarios de Estado con mayor presencia y cobertura por parte de los medios, lo que obviamente provocó que varios analistas políticos lo colocaran como uno de los favoritos para la sucesión gubernamental.
De hecho, la decisión de convertirlo candidato del PRI a la diputación federal por el V Distrito, con cabecera en Ciudad Victoria, le permitiría a Torre contar con un blindaje contra ataques políticos, la movilidad que necesita para visitar todos los puntos del Estado y estar cerca de la cúpula de su partido en la capital del país.
Concluido el proceso electoral, quedó claro que el ex secretario de Estado tamaulipeco es una de las fuerzas políticas más importantes en la entidad, pues obtuvo unos impresionantes 84 mil 162 votos, 55 mil más que su más cercano competidor: su primo panista.
De hecho, estas cifras colocaron a Torre Cantú como el tercer candidato con mayor número de votos en todo el país.
Este músculo electoral ha colocado al hoy diputado federal electo como una de las figuras a las que hay que observar durante los próximos meses, cuando empiece a calentarse el ambiente político tamaulipeco.
LUEBBERT, EL BLINDADO
Otro de los políticos tamaulipecos que puede considerarse como “puntero” en la sucesión gubernamental es el alcalde de Reynosa, óscar Luebbert Gutiérrez.
De todos los personajes que pueden ser considerados como posible sucesor de Eugenio Hernández Flores, el edil reynosense es quien cuenta quizás con la mayor experiencia.
A lo largo de su carrera ha ocupado la alcaldía de Reynosa, una senaduría, la titularidad de la Secretaría de Desarrollo Social en el Estado y la presidencia de la Federación Nacional de Alcaldes Priistas, entre otros puestos.
Además, en dos ocasiones pasadas ya ha buscado la nominación de su partido al gobierno estatal, en unas contiendas internas que lo enfrentó tanto con el ex gobernador Tomás Yarrington, como con el hoy mandatario estatal y la dirigencia estatal de su partido, al asegurar que “los dados estaban cargados” a favor de Hernández Flores.
Sin embargo cuando parecía que su carrera estaba acabada, Luebbert Gutiérrez regresó al escenario político completamente renovado y con una misión: derrotar a la entonces poderosa estructura del PAN encabezada por el cuestionado alcalde de Reynosa, Francisco García Cabeza de Vaca, quien se había convertido en el principal enemigo y dolor de cabeza de Eugenio Hernández Flores.
La tarea no se veía sencilla, pues el panista había soportado una andanada de ataques diseñados y encabezados por el mismo dirigente estatal del PRI, Ricardo Gamundi Rosas, quien incluso había sido derrotado por el entonces mandamás del PAN en las elecciones federales del año 2006.
Aplicando una política incluyente, Luebbert Gutiérrez no sólo consiguió la unidad al interior de las filas del PRI sino que hasta logró que todos los sectores que se sentían agraviados por García Cabeza de Vaca se unieran a su causa.
De esta forma, obtuvo el triunfo en una de las elecciones más intensas que se tengan memoria en Reynosa.
Con el control político de la ciudad, Luebbert necesitaba pasar una prueba más: el proceso electoral federal de 2009, al que el PAN llegaba con una impresionante racha de tres victorias consecutivas.
Cuando todo terminó, Luebbert, el PRI y su candidato, Everardo Villarreal Salinas, no solamente había derrotado al cabecista Gerardo Peña Flores sino que lo habían sepultado bajo un alud de más de 17 mil votos.
Este triunfo y el grado de dificultad con que fue obtenido hacen pensar que posiblemente Luebbert consiga concretar el sueño que hace poco menos de seis años se le negó.
Además, por si todo lo anterior fuera poco; el edil reynosense es quizás uno de los tamaulipecos más cercanos a los principales grupos nacionales del PRI, entre los que se encuentra el encabezado por Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México y favorito para convertirse en el próximo candidato del PRI a la presidencia de la República.
GARZA BARRIOS, EL TRANQUILO
El caso de Ramón Garza Barrios, alcalde de Nuevo Laredo, es singular. Aunque pareciera que no ha hecho ningún movimiento para colocarse en la lista de los punteros en la sucesión gubernamental, no existe analista político en la entidad que se atreva a descartarlo.
Y es que este político cuenta con todas las características que podrían buscarse en un candidato al gobierno de Tamaulipas: es joven, carismático, eficiente en las responsabilidades que se les han asignado y ha sabido mantener la hegemonía priista no solamente en Nuevo Laredo sino hasta en la región Ribereña, conformada por los municipios de Miguel Alemán, Camargo, Mier y Díaz Ordaz.
Prueba de ello son los resultados del pasado proceso electoral, donde la candidata del PRI, Cristabell Zamora, y sus 61 mil votos atropellaron a la panista Ilieana Medina.
De hecho en el Distrito I, con cabecera en Nuevo Laredo, la elección ya era considerada un trámite desde antes del 5 de julio, y la única interrogante era saber con cuántos votos de diferencia el PRI iba a obtener la victoria. Al final fueron poco más de 25 mil.
Este resultado, fortaleció la figura de Garza Barrios al interior de su partido, donde existen varios que no dudan que el edil puede ser una buena opción si se busca juventud y carisma en el abanderado al gobierno estatal.
A todo esto hay que agregar la eficiente red de alianzas y amistades que el edil neolaredense ha sabido tejer a su alrededor, y quienes trabajan de una manera tan discreta que pareciera que ni siquiera están haciendo campaña a su favor.
Incluso, en estos momentos nadie podría acusar a Garza Barrios de estarse promocionando como aspirante al gobierno estatal, pues hay ocasiones en que parece que el edil de Nuevo Laredo está quieto cuando, en realidad, se mueve más rápido que muchos de sus contrincantes.
AMIRA, LA MUJER
Considerada una de las políticas más excepcionales en la entidad, la senadora de la República Amira Gómez Tueme ocupa una posición que la coloca como una de las candidatas naturales de su partido a la nominación para el gobierno del Estado.
Originaria de Reynosa, esta mujer ha sabido escalar posiciones dentro del ámbito estatal, pues ha ocupado desde la gerencia de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa), hasta un escaño en el senado de la República, donde diariamente tiene contacto con aquellos que toman las decisiones tanto en el país como en su partido.
Quienes ven con buenos ojos la posibilidad de que Amira sea designada candidata, reconocen la madurez que ha alcanzado en su carrera, además de sus habilidades tanto para el debate como la conciliación entre las fuerzas políticas.
Además, aunque ha estado fuera del Estado por sus obligaciones como senadora, siempre ha estado al pendiente de lo que sucede en la entidad, por lo que conoce muy bien la situación actual de la política tamaulipeca.
Una clara muestra del músculo de Amira fue la presentación de su informe de actividades legislativas, realizado en Ciudad Victoria antes del arranque del pasado procesos electoral del 5 de julio.
El evento contó con la presencia de todos los integrantes de la clase política de la entidad, además de importantes personalidades como el coordinador de los senadores priistas Manlio Flavio Beltrones.
Esto demuestra que, llegado el momento, Amira contaría con el apoyo de importantes personajes de gran peso al interior de su partido, lo que incrementa considerablemente sus posibilidades.
POR SI SE OFRECE
Detrás de los punteros existe otro grupo de políticos, quienes aunque no arrancan como favoritos en la carrera por la sucesión gubernamental, tampoco pueden ser descartados.
Entre ellos se encuentra el actual secretario de Educación, José Manuel Assad Montelongo, un personaje muy querido en el círculo cercano al gobernador Eugenio Hernández Flores.
Assad Montelongo tiene a su favor haber desarrollado un buen trabajo al interior de la Secretaría de Educación en Tamaulipas, manteniendo en orden al Sindicato de Maestros y sorteando con éxito crisis como la alerta sanitaria por el brote de influenza humana.
Sin embargo también tiene en su contra el cargar con una inédita derrota priista, sufrida en el año 2006 cuando el tricolor perdió las dos senadurías en disputa a manos de Acción Nacional.
Quien hasta la fecha no sabe qué es la derrota en unas elecciones es el matamorense Baltazar Hinojosa Ochoa, quien es otro de los políticos con mayor experiencia dentro del servicio público, pues ha ocupado desde la presidencia municipal de Matamoros, hasta la diputación federal, la Secretaría de Educación en el Estado y algunos cargos dentro de Petróleos Mexicanos.
Lo que representaría un obstáculo para las aspiraciones del político matamorense fue el decepcionante resultado que obtuvo en el pasado proceso electoral, donde aunque obtuvo la victoria, apenas pudo hacerlo con 10 mil votos de diferencia sobre la panista Leticia Salazar, una cantidad muy inferior a la que se esperaba en una ciudad que se ha caracterizado por ser un bestión priista.
Representando al sur de la entidad, el ex alcalde de Altamira, Javier Gil ha sabido aglutinar las fuerzas que lo convierten en un serio contendiente en este proceso de la sucesión gubernamental.
De hecho hay quienes lo colocan como el proyecto político del poderoso grupo industrial de Tampico y la zona conurbada.
Gil, quien se dice entró a la política pues es primo en segundo grado del gobernador Eugenio Hernández Flores, comenzó a forjar su carrera política hace apenas unos años pues hace tres buscó y perdió la diputación federal para luego ganar la presidencia municipal de Altamira.
Este año recibió una nueva oportunidad para ocupar una curul en el Congreso de la Unión y obtuvo una contundente victoria que obtuvo en las pasadas elecciones del 5 de julio, donde obtuvo 59 mil 534 votos por encima de los 35 mil 694 de la candidata panista Lorelí Mendoza Medellín.
Y aunque seguramente con el paso del tiempo y la cercanía del momento en el que el PRI se decidirá por su candidato al gobierno de Tamaulipas, los citados personajes son quienes tendrán que ser observados con detenimiento pues seguramente uno de ellos será el elegido para buscar convertirse en el sucesor de Eugenio Hernández Flores.