En el periodismo hay dos máximas: “la peor pregunta es la que no se hace” y “no hay pregunta tonta”. Eso lo sabemos los reporteros. Traigo esto a cuento porque un opinador del diario Milenio, defensor permanente del suntuoso gasto del Instituto Nacional Electoral (INE) y de la actuación de sus opulentos consejeros, dedicó un artículo a hacer una crítica sobre mi persona por una de mis participaciones en la conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador. Todo, para decirme que no sé formular preguntas.
Ese opinador es Ricardo Raphael, quien con su nombre completo –Ricardo Miguel Raphael de la Madrid– figura como proveedor del INE en la base de datos actualizada a enero de 2022. Y como mi trabajo es preguntar, entonces lo conmino a que responda: ¿qué tipo de servicios le provee como “periodista” al INE? ¿Acaso su columna fue parte de los contratos que mantiene con ese organismo autónomo o por qué figura como proveedor?
Además, según su propio currículum vitae, fue empleado del órgano de espionaje político Cisen (Centro de Investigación y Seguridad Nacional) de 2000 a 2006, años que coinciden con el sexenio de Vicente Fox [https://bit.ly/3u9ZGV3]. Además, en el año 2000 este mismo “teórico” del periodismo fungió como representante del fallido partido político Democracia Social y, en 2003, fue contratado para brindar servicios profesionales en el entonces Instituto Federal Electoral (consta en el acta de la quinta sesión ordinaria del Comité de Adquisiciones, del 23 de mayo de ese año). Es decir, se trata de alguien que lejos de hacer labor reporteril está más que cercano a los presupuestos públicos, incluidos los del organismo electoral. Entonces, ¿con qué calidad moral viene usted a dar clases de periodismo y de cómo preguntarle al presidente sobre el gasto excesivo del INE y los abusos económicos de los consejeros electorales? Y ya que a usted le gusta mucho opinar en vez de investigar, ¿por qué no opina acerca del dispendio que se vive en el Instituto con recursos de un pueblo empobrecido? ¿O de eso no habla por sus intereses?
Por supuesto que acepto y leo las críticas de la audiencia: es parte del nuevo ejercicio democrático y de libertad de prensa que vive este país a partir del cambio de régimen, y también del crecimiento profesional. Sin embargo, en este caso es claro que, en el fondo, a este opinador de Milenio no le interesa cómo formulo preguntas, sino desestimar los argumentos que expuse en la conferencia presidencial y , sobre todo, defender el dispendio del Instituto.
Pero no se preocupe, Ricardo Raphael, aquí le recuerdo mis argumentos: nosotros, los mexicanos, les pagamos a los consejeros electorales –empezando por Lorenzo Córdova Vianello– el vehículo con chofer, la gasolina de los automóviles en los que se desplazan; cada día reciben 400 pesos de dinero público para su comida; el pueblo les paga sus consultas con médicos privados, porque desprecian el servicio del ISSSTE y sus sueldos superan, por mucho, el del presidente de la República, lo cual contraviene a la Constitución.
Y aprovecho para informarle que esto no es espectáculo, es una investigación periodística que hice y publiqué en varias entregas en la revista Contralínea, donde ejerzo con total libertad mi derecho como periodista a informarle a la sociedad temas de interés que tienen que ver con la rendición de cuentas, el ejercicio de recursos públicos y el dispendio con el que ejercen el presupuesto en el INE.
En el fondo, a Ricardo Raphael le preocupa que cuestione y critique con mis preguntas e investigaciones al Instituto que él defiende con vehemencia, porque a él no le interesa criticar al INE y mucho menos investigarlo. ¿Por qué no aprovecha este debate para informarnos cuántas investigaciones ha hecho sobre el INE a lo largo de su vida “reporteril”?
Y ya que cree poder enseñar cómo se debe reportear, díganos ¿cuántas preguntas le ha hecho usted al presidente para venir a pontificar cómo es la forma correcta de hacerlo? Debería asistir a las conferencias de prensa matutinas para enseñarnos a los reporteros cómo debemos hacer nuestro trabajo.
El académico del CIDE –quien también es opinador en radio, televisión y prensa escrita– escribió un libro Manual de investigación 3.0. Periodismo urgente, en donde habla de cómo debe hacer su trabajo un reportero, profesión que nunca ejerció porque tampoco jamás se paró en una redacción, y sólo desde la academia él se dice reportero. En diversas entrevistas que le hicieron algunos medios con motivo de su manual sobre cómo reportear, comentó : “No es un libro de teoría, es un libro de práctica”, y me pregunto, ¿cuándo fue usted reportero? [ https://bit.ly/3r9DJUl ]
Dice Ricardo Raphael en su artículo: “andamos tan ocupados en el espectáculo y la inmediatez que interrogar para conseguir piezas de verdad ha pasado a ocupar un segundo lugar”. ¿Para usted es un espectáculo revisar cómo se ejercen los recursos públicos en el INE?
Señala: “preguntamos con la intención de proteger ideas o concepciones que pudieran verse amenazadas”. Entonces, ¿usted cree que los datos duros que he aportado en mis investigaciones y que cité en mi pregunta son “ideas” y “concepciones que pudieran verse amenazadas”?
Para que lo sepa, hay cuatro principios fundamentales en el periodismo: honestidad, independencia, búsqueda de la verdad y responsabilidad social; pero parece que usted no conoce ninguno. Pero le doy el beneficio de la duda y lo reto a debatir sobre cómo hacer periodismo, así podría decirnos cuántas investigaciones periodísticas ha hecho usted.