En el Congreso de la Ciudad de México, se presentó una iniciativa de ley para sancionar hasta con cinco años de prisión a toda persona que tenga a sus mascotas viviendo en azoteas –o zotehuelas– en estado de inanición, deshidratación y desnutrición. De igual forma, la multa podría ascender al pago de quinientas veces la Unidad de Medida y Actualización vigente, la cual equivale a 51 mil 870 pesos.
De ser aprobada se reformaría el artículo 350 BIS A del Código Penal del Distrito Federal; así como la Ley de Protección a los Derechos de los Animales. La propuesta fue presentada por el diputado Ricardo Janecarlo Lozano, quien también plantea agravar el delito “con dos terceras partes cuando los dueños suban a internet fotografías y videos del maltrato animal”.
En sesión, el legislador indicó que, durante 2000 y 2022, se atendieron alrededor de 17 mil 600 reportes. De estos, el 87 por ciento estuvieron relacionados con perros, según datos del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
En ese mismo período, el Consejo canalizó 5 mil 587 animales a la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial y 1 mil 927 a la Brigada de Vigilancia Animal. Los principales reportes levantados ante el programa, CompAnimal, están asociados a la falta de alimento, mantener a los animales amarrados, agresiones físicas y el abandono en un 14.7, 13.4, 12.3 y 8 por ciento, respectivamente.
Explicó que, actualmente, México es el tercer país en América Latina con mayores índices de maltrato animal y el primero en tener más perros en la calle por abandono de sus dueños; esto de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Para el diputado Janecarlo Lozano, la crueldad contra los animales es un síntoma de violencia intrafamiliar y un detonante de la violencia social. Indicó que “más del 70 por ciento de las mujeres sobrevivientes a la violencia señalan que sus animales de compañía fueron maltratados o asesinados por su agresor”.
En ese sentido, la organización no gubernamental, AnimaNaturalis, en su artículo Maltrato Animal: Antesala de la Violencia Social, puntualizó que “la violencia familiar es frecuentemente dirigida a los más débiles. Incluyendo ancianos, mujeres, niños y animales de compañía”. Ésta se puede manifestar en cualquier hogar y afectar a los animales que están en posición de subordinación indefectible y vulnerabilidad total.
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