En medio de los bombardeos israelíes, la población palestina se enfrenta a la amenaza inminente de hambruna, múltiples enfermedades y un aumento en el número de desplezamientos, anunció la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (Unrwa por sus siglas en inglés).
“Simplemente, no hay suficiente comida”, declaró la Unrwa en una publicación en su cuenta de “X” –antes Twitter–.
Tras casi cuatro meses de bombardeos por parte del ejército israelí, más de 1 millón 700 mil palestinos han sido desplazados. En ese sentido, la Unrwa anunció que alrededor de 2 millones de personas dependen de las acciones de ayuda humanitaria que su agencia despliega en la zona.
Las declaraciones de la Unrwa se dieron en medio de las acusaciones infundadas por el gobierno de Israel sobre el presunto involucramiento de varios miembros del personal de la agencia en los ataques de Hamas, efectuados el 7 de octubre.
Por ello, nueve países –Estados Unidos, Canadá, Australia, Reino Unido, Alemania, Italia, Suiza, Finlandia y Países Bajos– retiraron el financiamiento económico de la Unrwa, mismo que proporcionaba operaciones de ayuda humanitaria para la población palestina.
Particularmente, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, realizó un llamado para que consideren esta decisión que “sólo perjudicará a la población de Gaza”.
Normalmente, la Unrwa cuenta con 13 mil empleados al servicio de las comunidades palestinas de la Franja de Gaza. Sin embargo, en la actualidad, sólo 3 mil se mantienen trabajando en la zona de guerra con la finalidad de gestionar refugios para más de 1 millón de personas, además de proporcionar alimentos y asistencia sanitaria.
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