Los pueblos detendrán al neoliberalismo autoritario en nuestra América

Los pueblos detendrán al neoliberalismo autoritario en nuestra América

El fallido intento de golpe de Estado en Bolivia nos permite acudir al análisis de una recurrente amenaza por la vocería del gobierno de EU
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Contexto:

El fallido intento de golpe de Estado en Bolivia nos permite acudir al análisis de una recurrente amenaza por la vocería del gobierno federal estadunidense. Ésta acude a la utilización de manuales y estrategias refuncionalizadas con miras a desestabilizar las democracias, las cuales no guardan un alineamiento al orden unipolar generador de un sinnúmero de inequidades e injusticia social.

Jamás desapareció el fantasma y fetiche de su subversión política e ideológica que se ha anclado en los recursos naturales y estratégicos de la región.

Durante el primer proceso independentista, el general Simón Bolívar manifestó: “Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar de miseria la América en nombre de la libertad”. Aquí reside su geopolítica de la dominación. El Comando Sur cumple esa misión y objetivo geopolítico, geoeconómico y geoestratégico.

En varias alocuciones y entrevistas en julio de 2022, la Comandante del Comando Sur, Laura Richardson, ya se refirió al “Triángulo del Litio”. De igual manera, expresó su preocupación por una supuesta injerencia de China y Rusia en Latinoamérica. “Latinoamérica es rica en recursos minerales, tierras raras, el triángulo de litio está en esta región”.

La ultraderecha neofascista que cometió el golpe de Estado en contra del expresidente Evo Morales Ayma, nuevamente ha fracasado en el nuevo intento de golpe.

Fue propiciado por un general amotinado y al parecer orquestado por los laboratorios de inteligencia y tanques de pensamiento del imperialismo estadunidense. Éstos tienen una fijación en los recursos naturales y energéticos de Bolivia, como es el caso específico del litio, la reserva más grande del mundo.

Sectores sociales realizaron un mitin de protesta contra la Embajada de Argentina, luego que el presidente ultraderechista Javier Milei manifestara que el gobierno de Luis Arce hizo una “falsa denuncia de golpe de Estado”, al referirse a la toma de la plaza Murillo por un grupo de militares del ejército, liderados por el general Juan José Zúñiga.

“La Oficina del Presidente repudia la falsa denuncia de golpe de Estado realizada por el gobierno de Bolivia el día miércoles 26 de junio y confirmada como fraudulenta en el día de la fecha”, señala un comunicado publicado por el gobierno argentino, en las redes sociales.

Con el grito de “fuera Milei, Bolivia no te quiere” y “Bolivia se respeta” protestaron algunas personas que se apostaron en las puertas de la Embajada de Argentina. La protesta fue acompañada con carteles que señalaban “Bolivia soberana, que se retracte Milei” y “No a la intromisión”.

Asimismo, las declaraciones del gobierno de Milei generaron rechazo por los gobiernos de Venezuela, Boliva y Cuba. El presidente Nicolás Maduro expresó su apoyo al presidente Arce y calificó de “repugnante” el comunicado del primer mandatario argentino.

En tanto, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, se calificó esas afirmaciones de “provocadoras y calumniosas”. “Cuba rechaza la declaración de la Oficina del Presidente de la República Argentina que trata de manipular los hechos ocurridos el 26 de junio en Bolivia para intentar justificar su posición provocadora que se inmiscuye en asuntos internos de otros Estados”.

Este asedio e injerencia del imperialismo estadunidense, a partir de la reconfigurada doctrina Monroe, trazó su ajedrez geopolítico estratégico en la región latinoamericana, no sólo para recuperar su patio trasero revestido de un objetivo económico al costo que sea.

Más aún cuando evidencia y desnuda una crisis sistémica y estructural venida a menos con la desastrosa intervención bélica en Europa del Este, de manera concreta en Ucrania.

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Ésta viene agitando a los halcones de la Unión Europea, en donde la Federación de Rusia va rumbo al cierre y culminación del proceso de desnazificación en casi dos años, en los cuales subyacen sanciones del autodenominado hegemón estadunidense, sumada la vieja Europa colonial y neocolonial, con su secuela de millones de seres humanos esclavizados y masacres cometidas en algunos países de África y Oriente Medio.

Por ahora, la opacidad y sombras golpistas han sido neutralizadas y condenadas por los gobiernos progresistas, sumadas las voces de repudio y defensa de la democracia de los pueblos.

Los ciudadanos hacen uso del principio fundacional de la carta de las Naciones Unidas, como la libre autodeterminación, caso específico de Cuba, Nicaragua, Venezuela Bolivariana, Brasil, Colombia, entre otros países.

Es sorprendente que la Organización de Estados Americanos (OEA) presidida por Luis Almagro, zoocriadero de golpes de Estado y el “Ministerio de las colonias”, haya condenado y repudiado el intento de transgredir la democracia de Bolivia, mediante una resolución de su plenario. Curioso, pues la OEA es mentora del golpe de Estado ocurrido en noviembre del 2019, en contra del expresidente Evo Morales Ayma.

Otros ni siquiera se inmutaron y mantuvieron un silencio cómplice como es el caso concreto del presidente de Ecuador, Daniel Noboa Azín, y la demencial injerencia del presidente Javier Milei, en Argentina.

Caracterizando a Milei y Noboa:

Los mandatarios Javier Milei de Argentina y Daniel Noboa Azín de Ecuador se han convertido en el emblema de multilaterales como el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial (BM) y el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI).

Y también, de una institución del Banco Mundial, con sede en Washington. Ésta, mediante su decadente arbitraje, favorece los intereses corporativos trasnacionales en desmedro de los gobiernos y pueblos de la región, con recurrentes violaciones de los derechos fundamentales y humanos en latinoamerica.

No ocultan su abierta injerencia en las democracias que hacen uso del principio de la libre autodeterminación. Aalaban y rinden pleitesía a la estructura armada del Comando Sur, a la comandante Laura Richardson, quien ha manifestado una profunda fijación en los recursos naturales y energéticos.

El “triángulo del litio”, de mucha importancia en el siglo XXI, tiene una apuesta para disminuir y frenar el calentamiento global, considerado por el fascista candidato presidencial, Donald Trump, de un simple juego del oenegenismo ambientalista.

Esto cuenta con auspicio del agencismo estadunidense y los Complejos Militares e Industriales(CMI) que vienen exterminando y cometiendo limpieza étnica en contra del pueblo gazatí palestino.

Para Richardson, el “Triángulo del Litio” es un asunto de “seguridad nacional” de su país en el “patio trasero”, refiriéndose a América Latina. “Esta región está llena de recursos y me preocupa la actividad maligna de nuestros adversarios, que se aprovechan de ello aparentando que están invirtiendo cuando, en realidad, están extrayendo”, dijo en un foro legislativo, en 2023.

Tomando en cuenta estas declaraciones, Evo Morales denunció que “Estados Unidos prepara, a través del Comando Sur, la ejecución de un plan intervencionista en Bolivia y países hermanos de la región con la excusa de garantizar democracia y la seguridad. Su verdadero interés es someternos políticamente para robar nuestros recursos naturales”.

El expresidente Morales se refirió al tema y alertó de una “nueva amenaza intervencionista”. “Le recordamos a la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, que América Latina no es patio trasero ni su hacienda para explotar recursos naturales”, remarcó mediante su cuenta en “X”, antes Twitter.

De conformidad a un estudio de “Litio en Sudamérica”, realizado por el Consejo Latinoamericano en Ciencias Sociales (Clacso) y el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe (IEALC), Bolivia, Argentina y Chile poseen el 68 por ciento de las reservas mundiales. Tienen 21 millones de toneladas.

Milei y Noboa constituyen el experimento tóxico del imperialismo estadunidense venido a menos por la estrepitosa crisis sistémica-estructural del neoliberalismo y su capitalismo salvaje.

La parafernalia y peso de su subversión política e ideológica se cuelgan en los gobiernos sumisos, subordinados y dependientes del consenso y establecimiento de Washington.

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Además, son mantenidos como patios de su injerencia colonial y neocolonial con la refuncionalización de su doctrina Monroe, el Plan Cóndor 2.0 y la utilización de los manuales de Gene Sharp, adaptados a la realidad concreta de cada uno de los pueblos del orbe latinoamericano.

De la manera más rasera, pretenden aplicar un decadente libreto nefasto y neofascista para destruir las formas de integración como son: Unión Suramericana de Naciones (Unasur), Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), ALBA-TCP, sin Canadá y Estados Unidos.

La gran apuesta es la integración soberana de Nuestra América que nace al Sur del Río Bravo y tiene una raigambre de rebeldía, de abrazar la emancipación, libertad y solidaridad desde una matriz antihegemónica, antiimperialista, multicéntrica y multipolar.

Cómo les duele a los aduladores del consenso, establecimiento, nacionalismo y los complejos militares que hayan democracias soberanas que jamás se van a someter y subordinar al viejo orden unilateral.

Éste se desnuda en una metástasis de injusticia social, la cual se desarrolla, a pesar de su crisis, concentra riqueza, capital rentista y especulativo, en corporaciones fascistas y filofascistas. Tienen como práctica la xenofobia, misoginia, racismo y ataque a la migración mediante la criminalización.

También, genera la acumulación de ganancia producto de ser una fuerza de trabajo barata; expresión de la explotación que no requiere seguridad social, y mantiene en dinámica y movimiento al neoliberalismo yanqui, el cual desnuda las taras del capitalismo salvaje con injusticia social.

Ergo, mientras se cierra el paso por el Tapón del Darién colombiano y panameño a migrantes de la región que huyen de la violencia criminal, se abren nuevas rutas por Centroamérica, donde es fértil la economía del delito, en el cual imperan diferentes modalidades y tipos, de los cuales se puede destacar:

Trata, comercio y explotación sexual de niñez, adolescencia, de mujeres, tráfico de órganos, hasta convertir a los migrantes en fetiches del narcotráfico, cuyas identidades son usurpadas si llegan a la gran manzana.

Tendrán que seguir pagando a las mafias de coyoteros y tratantes. En muchos casos, con el lamentable desenlace de la pérdida de vidas tragadas en el inhóspito desierto mexicano-estadunidense.

En el corazón del imperialismo estadunidense, al parecer existe una disputa por la continuidad o retorno a la Casa Blanca entre las fuerzas “antagónicas” de demócratas y republicanos. Al final, representan la metástasis del fascismo y neoliberalismo en ciernes. No tienen ningún escrúpulo en seguir fabricando armas para mantener la aldea global encendida de conflictos.

En las Naciones Unidas, es evidente y descarada su alteridad de poder en los Consejos de Seguridad y de Derechos Humanos. Ya que tiene el poder de veto para neutralizar cualquier resolución que permita poner un alto al genocidio de la niñez y mujeres en la Franja de Gaza y territorios aledaños.

En éstos, se concentra la población de Palestina atrapada por el miedo, el intento de desarraigar su identidad cultural, sus raíces antroposocioculturales y originarias, y condenada a una migración forzada durante más de 76 años.

Sin embargo, la resistencia y lucha tenaz de aferrarse a la vida, al derecho de vivir en paz hacen posible que no puedan arrancar de su imaginario abrazar la libertad e independencia.

Mientras las datas e indicadores de letalidad aumentan, se aferran a una vida con dignidad, a la tierra de sus palmas datileras y árboles de olivares, a su larga tradición de ser solidarios, a pesar que el sionismo no sólo arranca sus vidas, sino que quiere despojarlos y alojar la violencia, el odio en su psiquis y mentes.

Quieren vaciar la Franja de Gaza de palestinos, ejecutar con libre albedrío la explotación de las enormes reservas de gas natural existentes en el mar. El imperialismo estadunidense y el sionismo israelí son dos aliados estratégicos del genocidio y nazi sionismo, atados por sus nefastos intereses. Los dos están en crisis, porque representan el fascismo en la tercera década del siglo XXI, al decadente modelo unilateral que no deja de abrir conflictos en Europa del Este.

En las postrimerías del proceso de desnazificación en Ucrania, la Federación de Rusia se ha acercado a Latinoamérica en donde emerge la Organización del Atlántico Norte (OTAN), brazo bélico yanqui, ahora endeble, con una base nuclear en las islas Malvinas.

Provocan a los huéspedes del Palacio de Buckingham enormes cefaleas, porque el pueblo argentino jamás va a claudicar en la defensa de su territorio y soberanía, aunque el fantoche Milei esté como el más nefasto inquilino de la Casa Rosada.

Siempre van estar allí las voces que interpelan su neoliberalismo libertario abundante de una praxis fascista y neofascista, que levanta la bandera del Estado sionista genocida.

Las Madres y abuelas de Plaza de Mayo seguirán levantando las voces. En su legado, están las improntas de Justicia, Verdad y Memoria. Aún quieren que esos decadentes vestigios represivos emergan de las añejas madrigueras y cloacas de represión, tortura, desaparición forzada, juzgamientos extrajudiciales, crímenes y delitos de lesa humanidad. No han podido, ni podrán callar a un pueblo en demanda de la plena vigencia de derechos, de justicia y reparación.

Cuando nos atrevemos a hacer un símil comparativo entre Milei y Noboa, es porque responden a las mismas lógicas y dialécticas del imperialismo estadunidense.

Esas ultraderechas neoconservadoras que niegan derechos fundamentales y humanos a sus pueblos, los reprimen mediante una obediente estructura militar y policial. Ven a los pueblos como el enemigo interno a reprimir, a combatir.

Nuestra América es viable y posible sin el modelo unipolar que no da más, ya que nació convertido en metástasis de injusticia social.

El objetivo y fin en mente es una vida con dignidad, con soberanía de nuestros pueblos y fundamentalmente tejidos de abundante solidaridad. Sabemos que estamos en una urdimbre y telar de cosmovisiones, saberes, oralidades por un mundo de paz con justicia social.

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