A días de concluir su periodo como embajador de Estados Unidos, Ken Salazar se envalentonó y se lanzó contra la política de seguridad del gobierno de México. Acusó especialmente que en el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador la estrategia de “abrazos no balazos” fracasó, por lo que advirtió a la presidenta Claudia Sheinbaum que para tener éxito en esa materia se “debe” aceptar la “ayuda” del vecino país del norte sin tintes ideológicos.
“Mirando hacia adelante y también reflejando un poco, se hablaba mucho en México, en el último sexenio, de ‘abrazos y no balazos’. Me recuerdo muy bien cuando murieron dos padres jesuitas y el otro hombre en el estado de Chihuahua que se envió un mensaje de los jesuitas: que ‘ya no haya tantos abrazos para alcanzar tantos balazos’. Cuando habló de eso, la Iglesia Católica que representa a 12 mil sacerdotes en cada rincón de pueblo, en cada pueblito de México, por toda la República, se le cerraron las puertas al diálogo con el gobierno anterior”, indicó el representante del gobierno de Joe Biden.
Y agregó que a este país lo que le hace falta es que se cumpla la ley, “porque no todo está bien en México. No todos tienen seguridad. Ahora vemos las realidades que están pasando en Sinaloa, en Culiacán, en los alrededores de Culiacán: las muertes que se ven donde quiera. Hablar de que no hay problema es negar la realidad. Se ven los problemas en otras partes de México, lo que pasó con el padre Marcelo en Chiapas, la muerte de un sacerdote, bueno, y decir: ‘se está investigando, pero no hay problema’, [cuando] la realidad es que hay un problema muy grande en México”. Ello, a pesar de que en el caso específico de la violencia en Sinaloa, ésta se deriva del secuestro del narcotraficante Ismael –el Mayo– Zambada, en el que estuvo involucrado el gobierno de Estados Unidos, a través de sus agencias (DEA, CIA).
A sabiendas de que el presidente López Obrador se encuentra en situación de retiro y ya no participa en la vida pública, Ken Salazar arremetió en su contra. Al referirse a la coordinación entre Estados Unidos y México, dijo que para lograr la seguridad para el pueblo mexicano “tiene que haber una seguridad profunda como socios, que ha sido el paradigma de nosotros –desde el día en que yo llegué– que trabajamos la seguridad como socios, con respeto a la soberanía, trabajando día por día. Desafortunadamente, esa coordinación ha fallado en el último año, en gran parte porque el presidente anterior [AMLO] no quiso recibir el apoyo de los Estados Unidos”.
Y agregó que López Obrador “cerró la puerta a inversiones [del gobierno estadunidense en materia de seguridad] de arriba de 32 millones de dólares, porque no quería que esa inversión llegara a México para ayudar con la seguridad del pueblo mexicano”.
En conferencia, el diplomático –quien acabó distanciado de López Obrador por entrometerse en asuntos internos– fue más allá, al acusar –sin ninguna prueba– que por la austeridad gubernamental se le paga menos a la policía; además de criticar que la “cero impunidad” es sólo en el discurso, mas no en los hechos.
“Lo segundo es tener investigaciones buenas, que no se hable nada más de ‘cero impunidad’, pero que de veras se llegue a la verdadera ‘cero impunidad’. Entonces, en el tema de la seguridad, en vista mía como embajador, ¿qué son los riesgos más grandes?:lo primero es la austeridad. No le puede uno pagar a un policía casi nada y esperar que vaya a hacer su trabajo. Entonces, los recursos que se invierten en la seguridad tienen que ser recursos verdaderos”.
Ken Salazar –a quien recientemente la presidenta Sheinbaum le impuso restricciones en la relación con el gabinete– no se detuvo ahí en sus críticas; también aprovechó para lanzarse contra los cambios a la Constitución en materia de democratización del Poder Judicial.
“¿Qué se requiere para llegar a esta seguridad? Es un fuerte sistema de justicia. Un sistema de justicia que de veras trabaje en eso de eliminar la corrupción,como lo ha dicho muchas veces la presidenta[Sheinbaum]. En eso está el futuro de México; pero como lo conocemos todos –ustedes, la prensa; como lo conocen todos los políticos– es un trabajo muy difícil que requiere mucho trabajo adelante. Lo segundo es el sistema de justicia. Ahí sí está lo de la corrupción, pero también del Poder Judicial. Se dice–y estoy de acuerdo– que hay corrupción en el Poder Judicial y que la reforma se requiere, pero, ¿cómo va a salir esta reforma? ¿Va a haber menos corrupción?”
El embajador estadunidense advirtió a la presidenta Sheinbaum que para que su estrategia en seguridad sea exitosa debe aliarse con Estados Unidos: “¿entonces, dónde estamos alineados con México?Lo primero, muy alineados en la prevención. Es muy importante que los jóvenes tengan una oportunidad, que sí haya una oportunidad distinta a la delincuencia. Entonces, apoyamos mucho y yo,siempre, en lo personal por toda mi vida he apoyado mucho a estos programas como Sembrando Vida, Sembrando Oportunidades, Jóvenes en Acción. Esos son buenos programas. Dice la presidenta Sheinbaum: ‘hay que atender las causas’. En eso estamos muy de acuerdo”.
No obstante, señaló: “la realidad es que hay un problema muy grande en México, y por eso, el plan de la presidenta Sheinbaum tiene que tener éxito. Y en ese plan, parte de lo que tiene que trabajar, es la relación entre México y Estados Unidos. No se puede quedar en las explicaciones del pasado, donde queremos invertir como socios, como familia de México, pero se rechaza por problemas ideológicos”.