Al destacar la relevancia de aprobar la iniciativa de reforma del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), el director, Octavio Romero Oropeza, reveló una red de corrupción que involucra: triangulación de dinero; contratos millonarios; duplicación de créditos para una misma vivienda; contratación de seguros fraudulentos, y un esquema amplio de irregularidades al interior del instituto.
En conferencia presidencial, indicó que la empresa Telra Realty y el despacho legal White & Case forman parte de este esquema. Sobre la compañía, señaló que fue contratada por el gobierno en 2014, por un monto de 100 millones de pesos, con el objetivo de “diseñar y operar una plataforma para administrar soluciones de vivienda de acreditados, que cambian de lugar en donde residían”.
Sin embargo, al finalizar el plazo de dos años, en 2016, la empresa no entregó el servicio contratado y, en lugar de ser penalizada, únicamente acordó pagar una indemnización de 5 mil millones de pesos, de los cuales sólo entregó 2 mil millones.
En esta operación, el despacho legal White & Case –presentado por la dirección sectorial empresarial del Infonavit– también operó para justificar el pago de la indemnización.
“La Auditoría Superior de la Federación descubrió, a través de la información presentada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, que en el caso de Telra existió triangulación de recursos, de dinero, entre las empresas contratadas directamente por el Infonavit, y la cuenta bancaria de un funcionario del Infonavit que fungió como asesor del director general en 2018, antes de la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador”, puntualizó Oropeza.
Sin embargo, tras la intervención de la ASF, los sectores empresarial y de trabajadores –integrantes de la dirección del Infonavit– instruyeron en octubre de 2023 al instituto a interponer un amparo contra el informe de resultados. Ello ocurrió a pesar de que el sector gobierno y la dirección general se opusieron y votaron en contra de esta medida.
Programa Línea III, otro caso de corrupción del Infonavit
En otro caso, Oropeza destacó el esquema de corrupción en el programa Línea III del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, donde se detectaron 22 proyectos aprobados entre 2017 y 2018, los cuales permanecen inconclusos. Esto generó un adeudo por 575 millones de pesos.
Igualmente, remarcó que fueron impulsados únicamente por las Direcciones Sectoriales de Trabajadores y la Empresarial, para luego ser presentados al Consejo de Administración, con el fin de obtener la autorización. “No hay un estudio técnico, financiero, de ninguna índole, simplemente proponen una empresa para un desarrollo, se autoriza, porque son dos terceras partes del Consejo y se aprueba”.
“Estos proyectos recibieron recursos para comprar el terreno, para pagar licencias y permisos de construcción, y para hacer infraestructura; o sea, la empresa no tenía ni para el terreno, ni para los permisos; el terreno vale un poquito más. En el resto de los proyectos, no se construyó ninguna de las empresas aprobadas. Lo relevante en el caso de estas cuatro empresas es que, a pesar de que no hicieron las viviendas, recibieron adicionalmente, en estas cuatro: 45 millones una; 22 millones otra; 9 millones otra; 5 millones otra, dinero adicional, ya no del Fondo directamente del Infonavit, sino de los créditos de los trabajadores. Es decir, sin haber construido la vivienda, se les otorgó crédito a los trabajadores y se les empezó a descontar de su dinero”, comentó Oropeza.
En relación con los proyectos presentados por el sector empresarial, dijo que –entre 2013 y 2018– estos recibieron recursos del Infonavit destinados a la construcción y entrega de viviendas a trabajadores mediante créditos. Sin embargo, a pesar del apoyo financiero otorgado, las empresas involucradas no devolvieron los recursos ni cumplieron con la construcción de las viviendas.
“Esto funcionaba más o menos así: ellos invirtieron una cantidad, digamos que el 50 por ciento del proyecto. Se detuvieron, compraron el terreno, hicieron algunas obras, no construyeron vivienda. El Infonavit les dio el 50 por ciento que habían invertido y 20 por ciento más; es decir, 70 por ciento; y lo que hicieron ellos fue recuperar el 50 por ciento que habían invertido, y el 20 por ciento se lo quedaron. Y hoy sólo nos queda buscar recuperar parte del dinero que entregó el Infonavit recuperando los terrenos, pero es muy factible que el 20 por ciento restante, que no lo invirtieron, pues sea difícil de recuperar”.