Ignorancia institucionalizada
Richard Dawkins, el famoso biólogo evolucionista británico, en su texto The greatest show on heart lamenta que una parte importante de la población estadunidense no cree en la evolución de las especies expuesta por Charles Darwin.
Que Peña Nieto le haga caso a Maquiavelo
En 1513 Nicolás Maquiavelo escribió la obra con la cual –se considera– fundó la ciencia política: El príncipe.
El estilo personal de reprimir
En 1974, justo a la mitad del sexenio de Luis Echeverría, Daniel Cosío Villegas publicó El estilo personal de gobernar donde apareció una hipótesis que hoy, a más de 40 años, parece vigente: “… puesto que el presidente de México tiene un poder inmenso, es inevitable que lo ejerza personal y no institucionalmente o sea que resulta fatal que la Persona del Presidente le dé a su gobierno un sello particular, hasta inconfundible” (sic). El autor señaló al entonces presidente Luis Echeverría de padecer una propensión a hablar: “una necesidad fisiológica cuya satisfacción periódica resulta inaplazable”, que propiciaba el monólogo presidencial. El presidente sólo se escuchaba a sí mismo.
Acostumbrarse al horror
En diciembre de este 2016 se cumplirá 1 década desde que el gobierno de Felipe Calderón inició su guerra contra el narcotráfico en aras de legitimarse después de las controvertidas elecciones de 2006. Desde entonces, las calamidades y la nota roja inundaron la prensa y los medios. Periódicos de amplia circulación decidieron que anatomías destrozadas y ensangrentadas combinaban a la perfección con cuerpos esculturales y encuerados en las primeras planas. Basta detenerse en un puesto de periódicos para confirmar la retorcida estrategia de marketing de dichos impresos. Hace años dejaron de escandalizarnos los descuartizados. Tristemente se ha agotado nuestra capacidad de asombro.