Debido a la falta de acceso al agua potable, al uso de combustibles nocivos dentro de los hogares y a la desnutrición, casi una cuarta parte de la población de América Latina –es decir, 142 millones de personas– está en riesgo de contraer la Covid-19, reveló el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en colaboración con la Iniciativa de Pobreza y Desarrollo Humano de Oxford.
Sumado a ello, el PNUD advirtió que aunque varios países de la región han logrado reducir de manera significativa sus niveles de pobreza multidimensional, la pandemia amenaza con retroceder más de una década los avances.
“La Covid-19 es la crisis mundial más reciente, y el cambio climático prácticamente nos asegura que pronto llegarán otras. Cada una de ellas va a afectar a las personas pobres de múltiples maneras. Ahora más que nunca es necesario trabajar para combatir la pobreza y la vulnerabilidad ante ésta en todas sus formas”, manifestó Pedro Conçeicão, director de la oficina de desarrollo humano del PNUD.
Y agregó que de los 100 millones de personas que todavía viven en situación de pobreza multidimensional en América Latina, más del 80 por ciento sufre privaciones en al menos cinco de los 10 indicadores utilizados para medir la salud, la educación y la calidad de vida.
Aunado a que la carga de la pobreza multidimensional recae de manera desproporcionada sobre los niños y las niñas, ello porque la mitad de los 1 mil 300 millones de personas pobres son menores de 18 años, mientras que 107 millones tienen 60 o más años, apuntó el director.
Por otro lado, Noticias ONU destacó que una encuesta realizada por el PNUD evidenció que los latinoamericanos, además de tener miedo a contagiarse, están preocupados por el acceso a los alimentos; la caída de los ingresos; la violencia doméstica impulsada por los altos niveles de abuso de alcohol y drogas en las zonas pobres; la discriminación o exclusión de minorías, migrantes y miembros de la comunidad LGBT; y el limitado acceso a la educación en línea.
De tal manera, el Programa de las Naciones Unidas determinó que “los gobiernos deben priorizar campañas transparentes de información pública, planificar estrategias que involucren a grupos marginados en áreas urbanas y comunidades indígenas, garantizar el acceso a agua limpia, jabón, alimentos, ingresos y otros artículos esenciales, garantizar la conectividad a internet, usar espacios diferentes a los hospitales para aislar a los pacientes con Covid-19, y diseñar estrategias para mover pacientes de manera segura entre las instalaciones médicas”.