Empresarios de la industria refresquera presentaron una propuesta para reducir el nivel de azúcar utilizado en la elaboración de bebidas procesadas en beneficio de la salud de los consumidores, confirmó la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Ello, tras darse a conocer una reunión en la Cámara de Diputados para discutir el tema.
Desde Palacio Nacional, la jefa del Ejecutivo federal enfatizó que el interés primordial del gobierno federal “es que disminuyan los riesgos o los precursores de la obesidad, diabetes y la hipertensión”. Además, criticó que “la alimentación vinculada con los alimentos procesados ha llevado al país a una situación muy grave en niños, adultos y adultos mayores”.
Ello, dijo, porque ha aumentado “la cantidad de personas que tienen que hacer hemodiálisis y una de las causas es la diabetes y la hipertensión vinculada con una mala alimentación, pero mala alimentación vinculada con los alimentos procesados”.
Sheinbaum Pardo afirmó que se trata de una problemática que se debe de atender de manera integral, pues “el uso de los hospitales particularmente de especialidades se ha incrementado producto del aumento de la hipertensión, de la obesidad y la diabetes en el país”.
Por ello, reiteró que no se trata de una restricción ni de aumentar la recaudación, sino de que todos los actores asuman su responsabilidad. “Todos estos alimentos procesados no quiere decir que se prohíban ni mucho menos, pero tiene que haber una buena alimentación porque no es un asunto de recurso económico, entonces quien produce refrescos tiene que asumir que tiene que haber una disminución de las azúcares y del excesivo uso de la fructosa”.
Finalmente, la presidenta aseguró que “se mantiene una buena parte del IEPS [Impuesto Especial sobre Producción y Servicios] que se había planteado, pero hay un reconocimiento de que es indispensable bajar el contenido de las bebidas azucaradas”.
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