El pasado viernes 12 de julio, el estudiante Luis Fernando Sotelo Zambrano fue liberado del Reclusorio Sur de la Ciudad de México tras pasar ahí 4 años 8 meses y 7 días. El estudiante fue detenido el 5 de noviembre de 2014 durante la Tercera Jornada de Acción Global contra la desaparición de los 43 normalistas rurales de Ayotzinapa, Guerrero.
Luis Fernando purgó una pena por delitos que no cometió y su caso fue utilizado políticamente para dar una lección a quienes se movilizaron durante las jornadas de protesta en 2014, denunciaron en conferencia de prensa los abogados de la organización Los Otros Abogadoz y los integrantes de la Campaña Luis Fernando Libre.
“Me es muy grato salir del reclusorio y espero poder estar un poquito más consciente de otros procesos de individuos que el Estado secuestra en diferentes latitudes del país”, señaló Luis Fernando. Expresó su solidaridad con los presos Miguel Peralta, de Oaxaca; Fidencio Aldama, de Sonora; y con los cinco indígenas chiapanecos que se mantienen en huelga de hambre desde prisión.
Sotelo Zambrano, entonces estudiante de bachillerato de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que el 5 de noviembre de 2014 asistió a la manifestación para repartir volantes con información sobre represión a individuos anarquistas. Sin embargo, fue detenido y acusado de participar en la quema de una unidad y estación de Metrobús en Ciudad Universitaria.
A pesar de que el conductor del transporte no lo identificó como responsable y de que no se presentaron más pruebas en su contra, fue inicialmente condenado a 33 años y 5 meses de prisión y a pagar 8 millones 713 mil pesos como reparación del daño. Mediante apelaciones y amparos, su sentencia fue finalmente reducida a 4 años, 8 meses y 7 días de prisión.
Los abogados de Sotelo denunciaron que el gobierno de Miguel Ángel Mancera, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la Asamblea Legislativa y el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México trabajaron de forma coordinada para impedirle el acceso a la justicia.
Asimismo, señalaron que los funcionarios de la UNAM y su rector, José Narro Robles, no sólo no intervinieron para ayudarlo, sino que realizaron declaraciones públicas que criminalizaron su participación política y mediatizaron su codena.
Las integrantes de la Campaña Luis Fernando Libre agradecieron a las organizaciones que a lo largo de los años se solidarizaron con la lucha por su libertad: la Cruz Negra Anarquista, la Organización Popular Francisco Villa de Izquierda Independiente, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el Congreso Nacional Indígena, así como los colectivos que suscriben la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. Recibir sus cartas y apoyo le dio ánimo para estar ahí dentro, señalaron.
Alba Olea