Tras la propuesta de los senadores Nancy Sánchez Arredondo y Rafael Espino de la Peña de revertir la prohibición del glifosato, integrantes de la Campaña Sin Maíz No Hay País (CSMNHP) exhortaron a las autoridades a no obstaculizar el rescate a la salud.
“Insistimos en la peligrosidad comprobada del glifosato, clasificado como agente probablemente carcinógeno para los seres humanos [Grupo 2A] por la International Agency for Research on Cancer [IARC]; y como plaguicida altamente peligroso [PAP]”.
En ese sentido, la organización advirtió que la propuesta de ambos senadores carece de un sustento científico. Además, advirtieron que la misma postura es apoyada por el Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), Víctor Villalobos, quien ha sido omiso con la iniciativa del ejecutivo federal para prohibir el glifosato y el maíz genéticamente manipulado.
Desde el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), se ha comprobado la relación del glifosato con los daños a la biodiversidad, el ambiente y la salud humana. Asimismo, insistió en que las declaraciones de estas autoridades invisibilizan y condenan a las comunidades del país.
“Las comunidades mayas han sufrido la muerte masiva de abejas y la contaminación de la miel que producen de manera agroecológica; o las afectaciones en la salud de habitantes de El Mentidero, Jalisco; o los casos de intoxicación registrados por la Red Nacional de Jornaleras y Jornaleros Agrícolas, entre otros muchos casos de evidencia de daño sustentadas con investigaciones científicas”.
La organización recalcó que en caso de posponerse la entrada en vigor no sólo se constituirá una obstaculización y omisión de parte de las autoridades, sino también incurrirán en una decisión que terminará perjudicando la salud humana, ambiental, así como la soberanía alimentaria.
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