“Garantizar progresivamente los derechos humanos al agua y al saneamiento, especialmente en la población vulnerable”, es una de las metas del Programa Nacional Hídrico (2019-2024) aún no han sido alcanzadas, según los más recientes datos del Sistema de Monitoreo de la Política Social (Simeps), del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Dicha meta consiste en llegar este año a un volumen de 14.3 mil millones de metros cúbicos de agua protegida, asignada o concesionada al uso doméstico o público urbano. Sin embargo, para 2022, última fecha registrada, sólo se había alcanzado la cantidad de 13.3 mil millones de metros cúbicos. Por tal razón, este avance de 16.67 por ciento es calificado por el Simeps como “Muy rezagado”.
Lo mismo pasa con la meta de “aprovechar eficientemente el agua para contribuir al desarrollo sostenible de los sectores productivos”. A pesar de que se contempló una meta de 57 grados de presión sobre el recurso hídrico (GN) de las zonas centro y norte del país, en 2022 se llegó a 56.2 GN; lo cual representa un avance “rezagado” de 33.33 por ciento respecto al 55.8 GN del 2018, año anterior a que el programa fuera puesto en marcha.
La peor calificada fue la meta de “reducir la vulnerabilidad de la población ante inundaciones y sequías, con énfasis en pueblos indígenas y afromexicanos”. Esta tiene como meta establecer 403 estaciones de observación meteorológica en operación para 2024. No obstante, en 2022 el número de estaciones descendió a 305 con respecto a las 318 que había en 2018. Por lo tanto, con un avance negativo de -19.51, el Simeps también lo define como “muy rezagado”.
Por otra parte, el objetivo de “preservar la integralidad del ciclo del agua a fin de garantizar los servicios hidrológicos que brindan cuencas y acuíferos” presenta muy buenos resultados. Con 361 cuencas con caudal ecológico para protección de la biodiversidad y un avance de 43.41 por ciento en 2021, es declarado como “adecuado” con respecto a la meta planeada de 448 cuencas para el 2024.
De igual forma, “mejorar las condiciones para la gobernanza del agua a fin de fortalecer la toma de decisiones y combatir la corrupción” fue evaluado como “superado”, debido a que en 2021 alcanzó a cubrir 25.9 de los 26.1 valores establecidos como meta para 2024.
Estos valores representan la serie de datos registrados que realizó la Comisión Nacional del Agua a partir del cobro de ingresos federales por contribuciones, aprovechamientos y sus accesorios en materia de aguas nacionales y sus bienes públicos inherentes.
Como conclusión, el Simeps recomendó trabajar en la recopilación de la información de los indicadores, pues algunos no fueron reportados. Este es el caso de dos objetivos, los cuales sólo reportan sus avances hasta 2021. También explicó que, si bien la mayoría de los indicadores que definieron el programa miden cambios en problemáticas a las que dan seguimiento, estas no cumplen con un criterio mínimo de calidad.
El Programa Nacional Hídrico (2019-2024) fue creado para enfrentar los problemas públicos relacionados al agua que sufre México, los cuales han empeorado ante los fenómenos naturales extremos derivados del cambio climático.
Ejemplo de ello es el hecho de que, a nivel nacional, sólo el 58 por ciento de la población tiene agua diariamente en su domicilio y cuenta con saneamiento básico. En este caso, es Guerrero el estado con la situación más crítica con 10 por ciento, en contraste con Nuevo León con un 95 por ciento.
Por otro lado, el Simeps busca dar seguimiento a la Política de Desarrollo Social de la Administración Pública Federal. Esto con el objetivo de brindar orientación acerca del progreso en el logro de objetivos de una intervención pública.
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