“Esta idea de que a través de México están entrando los productos chinos para llevarlos a Estados Unidos no es correcta”, advirtió la presidenta Claudia Sheinbaum. Con ello, rechazó las acusaciones formuladas por algunos funcionarios canadienses de que habría una especie de contrabando técnico que se aprovecharía del T-MEC.
En su conferencia de esta mañana, la primera mandataria explicó que Estados Unidos importa muchas mercancías de Asia, al igual que México y que Canadá. Tan sólo en 2023, el 7.5 por ciento de su total fueron entradas del ramo automotriz, equivalentes a 81 mil millones de dólares. En contraste, México importó 10 mil 988 millones de dólares en este sector, que representó 5.2 por ciento del total, el cual se busca reducir a lo largo del sexenio, explicó.
La titular del Ejecutivo federal aseguró que eso mismo lo demostró el pasado 15 de octubre a los empresarios mexicanos y de Estados Unidos, con los que se reunió en Palacio Nacional.
Asimismo, explicó que las secretarías de Hacienda y Economía de México están desarrollando un plan para sustituir esas importaciones que vienen de China, y la mayor parte producirlas en México, “sea con empresas mexicanas o con empresas principalmente de Norteamérica; y si no, con relación a otros países que tenemos relación, como Europa, por ejemplo. Entonces, ese es un plan que tenemos”.
Claudia Sheinbaum añadió que China se volvió uno de los grandes exportadores para todo el mundo, y que ese fue un proyecto que el propio gobierno de China desarrolló hace años, “y Estados Unidos, al incorporar a China a la Organización Mundial de Comercio, pues fue parte de este proceso”.
La presidenta subrayó que el T-MEC es “un acuerdo comercial absolutamente excepcional” que “nos gustaría que continuara”, pues “hace que nos complementemos, que nuestras economías crezcan, que haya desarrollo y bienestar, que finalmente es el objetivo que nosotros estamos planteando”.