“El amor y el cariño por nuestros hijos es lo que nos hace seguir adelante”. Es el sentir de Hilda Hernández Romero, madre de César Manuel González Hernández, uno de los 43 alumnos de la normal de Ayotzinapa desaparecidos la madrugada del 26 de septiembre de 2014.
Las madres, que participaron en el conversatorio La Lucha de las Normales Rurales, no se engañan: “La sociedad como que sí nos apoya; pero como que luego nos dice: ‘ya no anden de revoltosas’”, explica Eudosia Baranda, madre de Marcial Pablo Baranda. Ya ni siquiera conocen el número de la cuenta bancaria en que podrían recibir ayuda económica para continuar con la búsqueda. Llegó a cero. Nadie quiso seguir apoyando económicamente y ahora ni siquiera esa cuenta está activa.
Indignadas, señalan la afrenta más reciente: la liberación de 24 implicados, mayoritariamente policías, en la desaparición de sus hijos. Reconocen que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha mostrado disposición “pero todo va muy lento”.
Celebrado en el auditorio San Ignacio de Loyola, del campus Santa Fe de la Universidad Iberoamericana, también participaron jóvenes que hoy estudian en la escuela de sus hijos, la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero.
“Compartimos el dolor y el pesar de las madres y los padres; pudimos haber sido nosotros”, señalan los alumnos, integrantes del Comité Estudiantil de la escuela afiliada a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM). “Los camaradas que desaparecieron tenían la edad de nosotros”, recuerdan los jóvenes de entre 18 y 21 años de edad.
Pedro expone que las distintas administraciones federales han buscado desaparecer a las normales rurales, en especial la de Ayotzinapa. Pero “la normal va a prevalecer; porque mientras la pobreza exista, las normales rurales tendrán razón de existir”.
Rodrigo, por su parte, retomó: “si no hay justicia para el pueblo, que no haya paz para el gobierno”. Aseguró que no se retirarán de la capital de la república hasta no ver un avance sustancial en las investigaciones que den con el paradero de los 43 alumnos.
Zósimo Camacho