Las asambleas estudiantiles de tres de las facultades con mayor capacidad de movilización y convocatoria impulsarán escalar el movimiento estudiantil para “acabar de raíz” con el porrismo y solucionar otros problemas universitarios.
Este viernes 7 de septiembre se realizará una asamblea interuniversitaria que definirá el curso del movimiento estudiantil. Alumnos de escuelas, facultades y colegios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) –y otras instituciones educativas solidarias– fijarán un posicionamiento y un pliego petitorio común que reúna las demandas de todo el movimiento.
Las propuestas para la discusión interuniversitaria de las facultades de Ciencias Políticas y Sociales; Filosofía y Letras, y Ciencias coinciden en exigir la “democratización” de la Universidad; la destitución inmediata de Benjamín Barajas Sánchez, director general del Colegio de Ciencias y Humanidades, y de Jesús Teófilo Licona Fierro, coordinador de Vigilancia UNAM, así como exigir que se castigue a los culpables intelectuales y materiales del ataque, y se resuelva el pliego petitorio de Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), plantel Azcapotzalco. La tarde del jueves, la Rectoría emitió un comunicado para anunciar que suspendía del cargo a Licona Fierro.
Adicionalmente, se contempla integrar en el pliego petitorio: la exigencia de que la institución cubra los gastos médicos de los heridos y dé acompañamiento jurídico a las familias; la disolución de los grupos porriles de la UNAM; la modificación del protocolo de género, y la resolución de todos los casos de agresiones, asesinatos, feminicidios y desapariciones de miembros de la comunidad universitaria.
Además, la Facultad de Ciencias propone demandar el esclarecimiento de los hechos en un plazo máximo de 7 días y la desarticulación de la Junta de Gobierno. Mientras, la reforma al cuerpo de Vigilancia UNAM aparece en la propuesta de la Facultad de Filosofía y Letras, junto con el reclamo de que todos los planteles de la UNAM deberán contar con servicio médico y transporte seguro. La Facultad de Ciencias Políticas, por su parte, exige transparentar el uso de recursos económicos y materiales.
El pliego petitorio del CCH Azcapotzalco al que hacen referencia las facultades –y el cual generó las actuales movilizaciones– exige la “correcta” asignación de profesores de acuerdo con el espacio y cantidad de mobiliario en las aulas. Además, que se haga público el currículum de los profesores que se postulen a la dirección del plantel y se consulte la opinión a toda la comunidad; que las autoridades no interfieran con los espacios político culturales de los estudiantes y que se les dé continuo mantenimiento para su preservación.
El CCH también demanda que se justifique y transparente el presupuesto asignado al plantel durante la administración de la licenciada Guadalupe Márquez Cárdenas y el de las administraciones futuras. Además, que se atiendan de manera pronta las demandas de acoso, que se garantice el derecho a la seguridad dentro y fuera del plantel, así como el de tener un camino seguro hacia la escuela.
Dentro del pliego que dio origen a las movilizaciones se exige también que se desarticulen y expulsen los grupos porriles, así como las personas que los subsidian y resguardan. Como último punto se demanda que no haya lugar a represiones físicas o académicas contra cualquier alumno que participe en el movimiento estudiantil.
Alba Olea y Jordana González