“Culiacán hubiese significado más de 200 muertes. Por eso las buenas encuestas, no las cuchareadas, muestran que allá se aprueba lo que se hizo y en el resto del país también, aunque con menos porcentaje”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en referencia a las presiones que ejerció el Cártel de Sinaloa tras la captura de Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera.
https://youtu.be/qdjHEAcSSc8″
“Por la avalancha de información, la gente puede confundirse pero luego se da cuenta”, indicó. “Lo de Culiacán dejó en claro que es otra postura. [Dicen] que ya perdimos fuerza, que nos debilitamos, que los delincuentes van a hacer lo que quieran. No. No. Lo mejor es proteger la vida”.
El presidente dijo en su conferencia de prensa en Palacio Nacional que “salen con balandronadas los expertos, de que había que usar la mano dura. Escuché a un político opositor [el panista Marko Cortés] al que le preguntaron qué habría hecho, y respondió: me hubiera atrincherado. Como si fuera una guerra. La política se inventó para evitar la guerra. Si no fuese así, cualquiera puede ser un tirano con mano dura y malas entrañas y con eso se gobierna. Nada más que eso no da resultados y ya se demostró que no funciona, no lo quiere la gente”.
López Obrador agregó que “el presidente no debe de permitir que se violen los derechos humanos, castigar a quien los viole y nada de ocultar las cosas para proteger a una corporación, a una persona o a funcionarios. Eso nunca lo vamos a hacer”.
Nancy Flores