Ante denuncia que hay en la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya para juzgar al expresidente Felipe Calderón por crímenes de lesa humanidad y de guerra, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que es la ciudadanía a la que le corresponde dar seguimiento a este asunto, ya que ellos presentaron la denuncia, “creo que el Estado no debe participar en este tema”.
Durante su conferencia de prensa matutina y a pregunta expresa de Contralínea, el primer mandatario señaló que el tribunal internacional “debe de responder, si se hizo una denuncia, con toda la formalidad legal”.
La investigación de estos crímenes –que no prescriben y que entrañan sistemáticas violaciones graves a derechos humanos– sería el primer paso en ese tribunal internacional para encontrar justicia; el segundo sería que a este político ultraderechista se le juzgue como responsable de una de las peores crisis humanitarias que ha vivido México, con un saldo de más de 200 mil civiles asesinados, 70 mil desaparecidos, 350 mil desplazados forzosos por violencia y más de 4 mil torturados.
El titular del Ejecutivo descartó que su administración vaya a hacer un exhorto, un llamamiento, “ya es una denuncia en curso y lo que hace falta es una resolución, a ellos corresponde”. No obstante, en caso de que la CPI haga un requerimiento de información, “lo tendríamos que hacer, pero no promoverlo nosotros”.
López Obrador reiteró que su gobierno no se va a presentar ninguna denuncia en contra de expresidentes. “Lo que está en curso, lo dije desde que tomé posesión, no se va a detener porque tampoco somos tapadera de nadie, pero nosotros no vamos a auspiciar, a promover ninguna denuncia en contra de expresidentes”.
Señaló que en su administración “estamos viendo más hacia adelante y yo creo que la justicia tiene que ver mucho con lo preventivo, con la no repetición. Nosotros hicimos el compromiso de no hacer lo mismo y por eso, aunque no les guste a algunos aquí hacemos denuncias y estigmatizamos a la corrupción, porque considero que eso es un gran aporte.
“Lo peor era que antes robaban los altos funcionarios públicos, los llamados hombres de negocio y ni siquiera perdían su respetabilidad, hasta se les aplaudía. Ahora, eso ya no se permite, no se tolera, el corrupto es mal visto, aquí siempre he hablado que el corrupto no sólo se daña a él, no sólo se afecta a él mismo, afecta a sus familiares, antes no había conciencia de eso. Al contrario, las hijas, los hijos presumiendo con carros de lujo, alhajas, viajes al extranjero, todo y era normal”, comentó.
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