El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, señaló que mantiene la postura de “punto final” que ofreció a los políticos de las anteriores administraciones. Recalcó que su gobierno no promoverá ni iniciará investigaciones contra los expresidentes ni demás funcionarios del pasado. Sin embargo, tampoco detendrá las indagatorias que ya estaban en curso antes de que asumiera el poder. “No seremos tapadera de nadie”.
Abundó: “Estamos ayudando a la fiscalía. Todo lo que nos solicita de información se le entrega; esa es la instrucción que tienen los servidores públicos, de manera especial el consejero jurídico [Julio Scherer] y el encargado de la inteligencia financiera [Santiago Nieto]. Estamos ayudando”.
Reiteró que no habrá persecución contra nadie, pues la venganza no es su “fuerte”. Dijo que lo más importante es “ver hacia delante”, porque si se investigara se tendrían que “apuntar hasta mero arriba”.
Recordó que, al mismo tiempo, desde que era candidato dijo que todas las denuncias que estuvieran en curso se iban a continuar, “que no íbamos nosotros a detener, a parar, ninguna denuncia”.
Por ello, en los casos del exdirector de Petróleos Mexicanos Emilio Lozoya Austin, del empresario Alonso Ancira y el abogado Juan Collado se trata de denuncias anteriores a su administración.
Dijo no tener información de si se denunció en el pasado a Enrique Peña Nieto o a los otros expresidentes, pero en cualquier caso la Fiscalía General de la República recogerá los testimonios de los involucrados y procederá legalmente.
“Nosotros no tenemos ninguna denuncia, ninguna prueba, nada, acerca de los expresidentes; ni de Odebrech ni de otros casos.”
Zósimo Camacho