Gobierno

Arriba

Estados y municipios, deuda por más de 515 mil millones

La deuda pública de las entidades federativas y los municipios sigue en aumento. En 2007 –el primer año del gobierno de Felipe Calderón– los adeudos ascendían a 186 mil 470 millones de pesos en total; para el inicio de la gestión de Enrique Peña Nieto, en 2013, sumaban 482 mil 807 millones 200 mil; y al cierre de septiembre de 2015 alcanzaron los 515 mil 758 millones 100 mil pesos.

Una deuda que es impagable y un mecanismo de dominio

España tiene una deuda desmesurada según la Comisión Europea. Por eso revisará de nuevo su economía para verificar si las reformas laboral y de pensiones perpetradas son suficientes para disminuir el volumen de deuda pública.

Ingrid y Manuel: pobreza, miseria y el mentiroso discurso peñista para combatirlas

Ante el discurso mentiroso del peñismo para combatir la pobreza (sólo en unos cuantos municipios), la pinza ciclónica de Ingrid y Manuel que sembró la muerte y el desastre en el 80 por ciento del territorio –al arribar por el Océano Pacífico y el Golfo de México– abortó la pavorosa miseria, hambruna y el olvido político-económico en el que sobreviven varios millones de mexicanos; quienes habitan en las márgenes de los ríos, en laderas montañosas o a los costados de caminos labrados a fuerza de transitar (descalzos o con rústicos huaraches); porque presidentes municipales, desgobernadores y el presidente de la República en turno dejaron de cumplir con sus obligaciones desde que el neoliberalismo económico se implantó en 1988, y que el peñismo busca llevarlo hasta sus últimas consecuencias con su intentona de privatizar el petróleo. Del salinismo al peñismo no han importado los pobres. Es más, sobran, empezando por los indígenas y los sectores bajos de una población que ha llegado a los 115 millones. De éstos, al autoritarismo y al neoliberalismo le sobran 80 millones de mexicanos.

El “emperador” Peña y la “emperatriz” Angélica… (¿Y el desastre nacional?)

Sobre todo desde Manuel Ávila Camacho, los presidentes todavía confunden al Palacio Nacional con el Castillo de Chapultepec, donde vivieron Maximiliano y Carlota, quienes nunca fueron emperador y emperatriz porque Benito Juárez era el presidente constitucional; y primero los austriacos dejaron su farsa, que Juárez y el pueblo se rindieran. Juárez optó por vivir en una de las alas de Palacio Nacional que hacerlo en el Castillo.

en Tendencias

Tendencias