El alto consumo de carnes procesadas como salchichas, jamón, y carnes saladas aumenta el riesgo de padecer cáncer colorrectal, advirtió la investigadora en Ciencias Médicas del Centro de Investigación en Nutrición y Salud (CINS), del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Tania Aburto Soto.
La especialista informó que con el consumo de 50 gramos diarios de carne procesada se incrementa en un 18 por ciento el riesgo de contraer cáncer; al igual que afecciones en el desarrollo de aterosclerosis, resistencia a la insulina y problemas en los vasos sanguíneos.
Ello, debido a la generación de las nitrosaminas, las cuales son un compuesto carcinogénico que dañan las células del aparato digestivo. Esto se debe a la reacción entre las aminas que están presentes en la carne y los nitritos asociados a la conservación, lo que proporciona el color rosado que los caracteriza.
De igual manera, Aburto Soto agregó que en cuanto a la carne roja, la cocción en altas temperaturas –ya sea en brasas o llamas– puede llevar a la acumulación de compuestos carcinogénicos de tipo aminas heterocíclicas. Su alto consumo también se asocia a enfermedades del corazón, diabetes e hígado graso.
Por ello, destacó que sustituir las carnes rojas por el consumo de carnes blancas, como pescado, disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. “Una porción de proteína a base de leguminosas y cereales en lugar de carne roja reduce 10 por ciento el riesgo de mortalidad y cuando se sustituye por granos integrales el riesgo de fallecimiento baja 14 por ciento”.
De acuerdo con los estudios realizados por la especialista del CINS, se estima que si la población redujera el consumo de carne roja a la mitad, se podría evitar el 9 por ciento de muertes en hombres, y el 8 por ciento en mujeres.