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Al alza la delincuencia transnacional en el Triángulo de Oro de Asia

Al alza la delincuencia transnacional en el Triángulo de Oro de Asia

Actualmente, las drogas sintéticas dominan el mercado del narcotráfico. El Triángulo de Oro –Tailandia, Laos y Myanmar– es la zona de mayor producción y exportación a nivel mundial
FOTO: OMAR MARTÍNEZ/ CUARTOSCURO.COM

Actualmente, las drogas sintéticas dominan el mercado del narcotráfico. El Triángulo de Oro –Tailandia, Laos y Myanmar– es la zona de mayor producción y exportación a nivel mundial

Madrid, España. ¿Cómo es posible que en un mundo, en el cual la tecnología es –o está a punto de ser– capaz de detectar una hormiga en la selva, los traficantes de la muerte sigan llevando a cabo sus lucrativas actividades delictivas en todas partes y en todos los sectores? Desde las armas, la prostitución, la esclavitud y las drogas hasta los mortíferos medicamentos falsos, el petróleo, el gas y los alimentos envenenados.

En el caso concreto de Asia, el llamado Triángulo de Oro del continente es donde se cultivaba opio para producir heroína destinada a la exportación. En los últimos años, se ha impuesto el comercio de “drogas sintéticas aún más mortíferas y rentables”.

En su informe de junio de 2023, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) asegura que la oferta de este tipo de narcóticos en Asia oriental y sudoriental se mantiene en “niveles extremos” y, además, se diversifica.

El estudio, titulado Drogas sintéticas en Asia oriental y sudoriental: últimos acontecimientos y retos 2023, confirma la expansión y diversificación de la producción y el tráfico de estupefacientes en la región. Mientras las rutas han cambiado significativamente.

Tailandia, Laos y Myanmar están en primera línea del comercio ilícito, dominado por organizaciones transnacionales del crimen organizado.

Metanfetamina y ketamina

Se siguen produciendo y traficando en grandes volúmenes de metanfetamina en la región. Al mismo tiempo, ha aumentado la producción de ketamina –una sustancia anestésica– y otras drogas sintéticas.

“Los grupos del crimen organizado transnacional se anticipan, se adaptan y tratan de eludir lo que hacen los gobiernos. Y en 2022 los vimos trabajar en torno a las fronteras tailandesas en el Triángulo de Oro más que en el pasado”, afirmó Jeremy Douglas, representante regional de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para el sudeste asiático y el Pacífico.

Los “indeseados” a la vista

Los traficantes han seguido enviando grandes volúmenes de estupefaciente a través de Laos y el norte de Tailandia. Simultáneamente, han impulsado un importante suministro a través del centro de Myanmar hacia el mar de Andamán, donde parece que pocos estaban mirando.

Douglas añadió que los grupos criminales de la región también empezaron a moverse y a reconectarse tras los prolongados cierres fronterizos por la pandemia. Asimismo, los patrones de finales de 2022 y principios de 2023 empiezan a parecerse a los de 2019.

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Ocultos en “productos legales”

Por otra parte, las drogas sintéticas que contienen una mezcla de sustancias –a veces “envasadas junto a productos legales”– siguen encontrándose en el este y el sudeste asiático. Causan graves consecuencias para la salud de quienes los consumen a sabiendas o sin saberlo.

Además, este problema mundial es una cuestión compleja que afecta a millones de personas en el mundo. Muchos consumidores se enfrentan a la estigmatización y la discriminación. Ello, puede perjudicar aún más su salud física y mental e impedirles acceder a la ayuda que necesitan, advirtió la Organización de las Naciones Unidas con motivo del Día Internacional contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas.

Aumento “sin precedentes”

El aumento de la producción de drogas sintéticas en los últimos años ha sido “sin precedentes”, según el representante regional de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (también conocida como UNODC por su sigla en inglés). No sólo se trafica en la región, los precursores químicos usados para la fabricación se transportan ilegalmente a Myanmar en cantidades mucho mayores que los mismos estupefacientes que salen del país.

Junto con los asuntos relacionados con la salud pública y las pandemias, representan un sinfín de problemas transfronterizos. En el mismo rubro, se puede encontrar el contrabando de migrantes, la trata de personas, los delitos contra la vida silvestre y la silvicultura y, en algunos lugares, el movimiento de combatientes terroristas.

El impacto de la legalización del consumo de cocaína

Según el Informe Mundial sobre las Drogas 2022, la legalización del cannabis –marihuana– en algunas partes del mundo parece haber acelerado el consumo diario y las repercusiones sanitarias relacionadas con él. De igual manera, detalla aumentos sin precedentes en la fabricación de cocaína, la expansión de las drogas sintéticas a nuevos mercados y las continuas lagunas en la disponibilidad de tratamientos contra la drogadicción, especialmente para las mujeres.

De acuerdo con el estudio, alrededor de 284 millones de personas de entre 15 y 64 años consumieron drogas en 2020. Lo que supone un aumento del 26 por ciento respecto a la década anterior. “En África y Latinoamérica, los menores de 35 años representan la mayoría de las personas que reciben tratamiento por trastornos relacionados con el consumo de drogas”.

Ante estos resultados, Ghada Waly –directora ejecutiva de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito– declaró: “Las cifras de fabricación e incautación de muchas drogas ilícitas están alcanzando máximos históricos, incluso cuando las emergencias mundiales están agravando las vulnerabilidades”.

Al mismo tiempo, las percepciones erróneas sobre la magnitud del problema y los daños asociados están privando a las personas de atención y tratamiento. Impulsan a los jóvenes hacia comportamientos nocivos, afirmó Waly.

Las principales tendencias por regiones

En muchos países de África, Sudamérica y Centroamérica, la mayor proporción de personas en tratamiento por consumo de drogas es debido al uso de cannabis. En Europa oriental, sudoriental y en Asia central, la mayoría reciben tratamiento por trastornos relacionados con la ingesta de opiáceos.

En Estados Unidos y Canadá, las muertes por sobredosis –impulsadas predominantemente por una epidemia de consumo no medicinal del fentanilo– siguen batiendo récords. Las estimaciones preliminares en territorio estadunidense apuntan a más de 107 mil fallecimientos en 2021. Ello, frente a casi 92 mil defunciones durante 2020.

Zonas de conflicto, imanes para la producción de drogas sintéticas

El estudio de este año pone en relieve que las economías de drogas ilícitas pueden florecer en situaciones de conflicto y donde el Estado de derecho es débil. A su vez pueden prolongar o alimentar las problemáticas.

La información procedente de Medio Oriente y el sudeste asiático sugiere que este tipo de situaciones pueden actuar como un imán para la fabricación ilicita de narcóticos que pueden producirse en cualquier lugar. Este efecto puede ser mayor cuando la zona está cerca de grandes mercados de consumo.

Históricamente, los involucrados han utilizado las drogas para financiar el conflicto y generar ingresos. El Informe Mundial sobre las Drogas 2022 reveló que los enfrentamientos armados pueden interrumpir y desplazar las rutas del narcotráfico. Tal como se ha visto en los Balcanes o, más reciente, en Ucrania.

Posible capacidad creciente para fabricar anfetamina en Ucrania

Según el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, “se produjo un aumento significativo del número de laboratorios clandestinos denunciados en Ucrania, disparándose de 17 laboratorios desmantelados en 2019 a 79 en 2020”. Además, “67 de estos laboratorios producían anfetaminas, frente a los cinco de 2019, el mayor número de laboratorios desmantelados notificados en un país determinado en 2020”.

Actualmente, las drogas sintéticas dominan el mercado del narcotráfico.

Brecha de género en los tratamientos

Las mujeres siguen siendo minoría a nivel mundial. Sin embargo, tienden a aumentar su tasa de consumo y a progresar hacia trastornos más rápido que los hombres. Principalmente, en el uso de anfetaminas, estimulantes farmacéuticos, opiáceos farmacéuticos, sedantes y tranquilizantes. Se estima que representan entre 45 y 49 por ciento.

La brecha en el tratamiento sigue siendo grande para ellas. Aunque representan casi uno de cada dos consumidores de anfetaminas, sólo constituyen una de cada cinco personas en tratamiento.

De igual manera, El Informe Mundial sobre las Drogas destaca la amplia gama de funciones que desempeñan las mujeres en la economía mundial de la cocaína. Por ejemplo, en el cultivo, el transporte de pequeñas cantidades, la venta a los consumidores y el contrabando en las cárceles.

Baher Kamal/Inter Press Service (IPS)*

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